Mujer que vas derribando todo a tu paso, regálame un poco de dignidad, para poder decirte adiós. Me envuelvo entre falacias, entre nubes de mascaras, entre trozos de perdón, me miento a mi mismo, me digo “ella no es cualquiera, ella tiene mi corazón”. Mujer de mi mala suerte, dueña de mis males y de mi bendición, hoy me siento tan tuyo, que ya no es mía ni mi voz, dilapi
daste mis fantasías, desbocaste mi sentido común, me dejaste vacío, sin sentimientos ni rencor. Te volviste mi perdición, el abismo a donde me asomo, el llanto oscuro donde me debo perder. Te convertiste en parte de mi mente y de mi ser, mujer de todos y de nadie… cuando te volveré a ver?.
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