miércoles, 30 de junio de 2010

TOMANDO VUELO

El avión esta mas cerca del cielo y yo estoy embriagado de whisky, las aeromozas me dicen que si sigo bebiendo así me quedare dormido, les digo que estoy bien, solo festejo haber vivido este sueño. Ya no queda más whisky, ahora pido vodka, es lo mismo, lo importante es celebrar.

Me traje mil historias, muchos besos y caricias, la maleta esta llena de sonrisas, el llanto lo deje en el aeropuerto... gracias México lindo y querido.

DEJAR TODO Y PARTIR

Dejo media vida envuelta en un corazón, dejo el nombre que nunca me dieron, la casa que nunca heredé, dejo diez amigos que desean que regrese, dejo dos enemigos que nunca pudieron darme la cara, dejo pasos tristes, almas en pena, dejo mil besos que se desgastaron en una sola noche, dejo el cuerpo desnudo de alguien que nunca me vio al despertar. Dejo mas de lo que traje, porque soy un viajero de pocas maletas, de muchos sueños y ahora con un doctorado en el amor.

Me llevo la tristeza de Frida Kahlo, los colores de Diego Rivera, los silencios que me andaban llamando en noches inquietas, me llevo los gritos del Zócalo, el llanto de la catedral, las rancheras de Garibaldi, me llevo el cielito lindo que siempre fue azul en las tardes y negras en las noches. Estoy camino al aeropuerto y ya aliste mi equipaje, mis maletas van llenas de recuerdos, de llantos en plena calle cuando la lluvia asomaba. Me llevo las cosas que nunca te dije, los obsequios que nunca te compré, los besos se lo di a Gabriela, a Rosa, Grisell y a mi hippie loca. Para ti… para ti no quedo nada.

AEROPUERTOS

Tan lejos de ti, tan lejos de los míos, tan lejos de todos. Puedo imaginarte verme partir, apoyarte en el vidrio que separa los aviones de la sala de espera, puedo imaginarte llorar porque ya nunca mas me veras, porque te diste cuenta que nadie te va a querer como yo.

Tan lejos de la gente y tan cerca de las estrellas, hoy el cielo se puso de colores para cobijarme mientras me tomo este whisky, escribo estos versos y distraigo mis lágrimas con un poco de mentiras, para no morir tan pronto. Puedo imaginarte llorar, puedo imaginar lo que sea, mentirme a mi mismo... con tal de seguir viviendo.

EMPACANDO MALETAS

Dejo media vida fuera de las maletas, dejo una canción como bandera, una cicatriz todavía fresca y una frase memorable colgada del cuello. Me llevo los besos que en noches obscenas cayeron por mi ventana, mi palabra empeñada de no escribir más infidencias, me llevo el olor de sabanas tibias, el perfume de una mujer que no desea ser nombrada, me llevo heridas de guerra, arañazos en mi espalda, la garganta inflamada y mis dedos cansados de contar tantas historias.

Me llevo las trasnochadas en Garibaldi, los rezos en la Catedral, los gritos en el Zócalo, los poemas inspirados en los metros, los desayunos con Raquel, los paseos con Eva, las tardes con Gisela y las noches con Gabriela. El sentir de sus calles, el silencio de sus plazas, la fe de su basílica, todo entra en las maletas, esta mañana que despertó en una lluvia con sabor a capítulo final.

MAL PRESAGIO

Algún día tú y yo rendiremos cuentas, no te quiero asustar, pero aquel día no está muy lejano. Si miras los calendarios te darás cuenta que cada fecha tiene su destino, mañana podría ser el día en que dios te haga llorar, tal vez una sonrisa espera por ti cuando caiga la tarde, ayer quizás fue destinado para los recuerdos, cada fin de semana es una oportunidad para redimirte.

Todos vivimos el presente como si fuese el mejor de los momentos, no nos fijamos que hoy sembramos para luego cosechar. El día que me rompiste el corazón está marcado con rojo en los almanaques, ha quedado pendiente como una letra sin pagar, pobre de ti que olvides esa fecha. Y si los días han pasado sin que pagues tu condena… es porque se andan acumulando los intereses.

SENTENCIADO

Me preguntan si te quiero a pesar de todo, yo respondo que es inevitable quererte como te quiero, con sus muertos y damnificados. Sin embargo quedo como un farsante, como un hipócrita que lo único que espera es el momento apropiado para tomar venganza, no saben que detrás de este cuerpo desinflado, amorfo, estropeado de tanto andar, yace el alma de un tirano redimido, un demonio humanizado, gracias a la fe de una mujer que vio lo peor de mi, y aun a pesar de eso me ofreció un abrazo.
He cometido todos los pecados, he pisoteado todos los códigos de honor y de las buenas costumbres, cuando quise vender mi alma, ni siquiera el diablo me ofreció un buen precio. Cansado, vencido y abandonado, me eche a morir en el olvido, tú apareciste, me lanzaste un salvavidas y pensé que me quedaría contigo para siempre. Si alguna vez llegas a entender lo que significo para mí tenerte en mi esquina, podrás comprender el infierno que es ahora tu ausencia.
Me preguntan si te quiero a pesar de todo, yo respondo que es inevitable no hacerlo. Amarte no es una opción… es una sentencia.

MEJOR QUE A MI

Deja que la vida pase, sigue volando en tu mundo sin fronteras, olvida mis gestos, mi piel dormida, mis frases trilladas, lo que nunca fui, lo que nunca seré. Hay mucho por hacer ahora que el timón dio un giro radical, hay que borrar lo que fuimos y no mirar hacia atrás. Te deseo la mejor de las suertes, siempre fuiste valiente para voltear las paginas, para reponerte a los malos tiempos, estoy seguro que te irá bien, siempre luchaste por ser feliz… aquí el único que esta jodido soy yo.

A TU LADO

He pisado la Plaza Central, he caminado por Garibaldi, vagado por Coyoacan, navegado por Xochimilco, he cantado “Cielito lindo” sobre sus aguas, he gritado “gol” en un mundial, he soñado en el Parque Naucalli con la cancion “Manual de lo Prohibido” y me he sentado a escribir en la estación del metro Balderas.

Y cada quince minutos he sentido que no estaba en mi lugar, cada quince minutos he pensado cambiar de cuerpo y de circunstancia… cada quince minutos he deseado estar a tu lado.

martes, 29 de junio de 2010

DESPEDIDA

No existe odio ni reclamo alguno, no existen supuestos ni disculpas lamentables, no existen palabras fabricadas para apaciguar el llanto, no existen retrocesos al pasado ni promesas a futuro. No existen condolencias ni sentidos pésames, aquí nadie ha muerto, solo somos tu y yo… despidiéndonos para siempre.

lunes, 28 de junio de 2010

ME LO DIJERON

Me contaron que te vieron por Cerrada la Huerta, andando despacio, mirando hacia todos lados, buscando miradas, ocultándote de los espejos, bajando la voz, perdiéndote entre la gente que no sabe tu nombre. Eras tu, me lo pueden asegurar los que te vieron pasar aquella tarde, llevabas tus cuadernos, tenias el cabello amarrado hacia atrás, unos pendientes de plata y unas pulsera en la mano izquierda.

Me contaron que te vieron por Xochimilco, lucias contenta, libre como un ave, despojada de miedos y de dudas, tenias un traje casual, zapatos de taco medio, y entre tus llaves, balanceándose sin hacer ruido, conjugando con los colores de tu blusa, estaba un pedazo de mi.

Me contaron que te vieron por una calle del DF, eras tu, estoy seguro. Tenias el alma cinco estrellas, el ego engrandecido, y entre lo dedos... llevabas mi corazón de souvenir.

jueves, 24 de junio de 2010

PERDON PRINCESA



Son las seis de la mañana, es cuando recién llego al departamento, con algo de alcohol, oliendo a perfume de mujer y una sonrisa en los labios, siempre me gustó mas vivir de noche y dormir de día, ser el animal nocturno que desgasta lo ultimo que le queda de vida en las madrugadas de esta ciudad que te absorbe. Me doy un baño y me pongo a escribir. Me ha llegado un mensaje de la princesa, diciéndome que me quede aquí un fin de semana mas, porque ella ha cambiado todos sus planes para poder tomar el avión y venir desde Monterrey para verme.

Hubo un tiempo cuando apenas tenía veinte años, en que toda mi vida giraba en torno a la princesa, cuantos poemas y cuantas historias se escribieron hablando de ella, yo apenas era un niño y ella toda una mujer, sin embargo se atrevió a darme cobijo entre sus alas, ella se arriesgó mas que yo a vivir este sueño, creo que siempre todas se han arriesgado mas que yo, porque siempre fui un cobarde para el amor. Cuando publicaron mi primer poema en un concurso, se lo dedique a ella, el primer nombre que grite frente al mar fue su nombre y cada vez que escucho un tema de Delgadillo se me hace inevitable no pensar en ella. Mi princesa, la de los ojos dormidos, la de la sonrisa eterna, la que siempre dibujó su vida con los colores que se le vino en gana, la que juega con los hombres y cada diez años pierde una partida.

Daría lo que sea por estar contigo, por abrazarte, besarte, amanecer a tu lado y quedarnos juntos para ver el atardecer. Se que tu lo sientes también, a pesar de los años que han podido transcurrir, todavía queda algo de cenizas con sabor a mi. Pero mi vuelo de regreso sale en dos días y mi permiso para estar en tu país se vence en tres, luego de eso solo le debemos nuestro encuentro al destino. Tu historia y la mía se anda escribiendo cada noche, con manos distintas, con camas vacías, supuestamente vacías.

Perdóname por no esperarte, por no cumplir este deseo que nació desde que nos conocimos, pero debes saber que siempre te voy a querer. Mi dulce princesa… este escrito es para ti.

SIN PALABRAS

Le haces falta a mis alas para poder levantar vuelo, he perdido fuerzas a causa de tu ausencia, mis labios han callado, he vuelto a ser el mismo tipo solitario y tímido, el que solo suelta las frases si es que salen de sus manos. Paso las madrugadas escribiendo lo que ha sido mi vida desde el día en que te fuiste, las veces en que mi cama fue invadida por el cuerpo de una mujer que al día siguiente negará haberme conocido.

Estas son mis noches, mis días tú lo sabes bien. Visto un traje con corbata, zapatos bien lustrados, un chaleco para el frió y una insignia con mi nombre en el pecho. Y cuando quiero escribir sobre ti… no me sale una sola palabra.

SIN REFLEJO

Hoy me miro en el espejo y no me encuentro, dentro de este traje insulso, impresentable, se encuentra un vació que conjuga con la nada, un silencio que desea seguir pasando desapercibido, una ironía que provoca mas llanto que risas.
Cuando me vi en el espejo y no me encontré, era inevitable llegar a una conclusión… tu te llevaste mi mejor parte.

martes, 22 de junio de 2010

SOLO ESTA NOCHE

Aprendí a quererte en un instante, mientras te despojabas la ropa, mientras tu maquillaje se iba derritiendo con mis besos, mientras tu voz se iba ahogando lentamente hasta convertirse en gemidos. Quererte no es suficiente esta noche, cuando me vaya te habré olvidado para siempre, se me borrara de la memoria el número de tu habitación, los nombres de las calles para llegar a tu hotel se harán humo en mis labios.

Déjame quererte esta última noche en tu vida, que los muros de esta prisión vip envuelvan nuestras palabras, olvida el dinero sobre el velador, esta noche no tengo precio. Solo déjate llevar por el momento, por la pasión desgastada, por el consuelo de nuestros cuerpos… y no me preguntes nada.

SALDO A MI FAVOR

Cuando te fuiste me dejaste un hoyo en las manos, una bala en el pecho y una cicatriz en los labios. No te puedo culpar, no soy el mejor de los amantes, ni siquiera tengo la certeza de que alguna vez amé. Llevo en mi alma mil recuerdos, todos borrosos, de las mujeres que alguna vez me pisotearon, de las que se burlaron, de las que lloraron en mi hombro y de las que lloraron a escondidas.
Lo bueno de no tener un centavo en el bolsillo, es que estas batallas de amor, se pueden ganar o perder, pero siempre con los sentimientos de por medio… nunca por interés.

CAMBIO DE RUMBO

Ya no te busqué, porque sé que serias tú quien me volverá a encontrar. Después de unos besos y un secreto pactado entre sabanas, no podrás olvidarme. Pero porsiacaso me subo a cada metro que pueda para ver si te ayudo un poco.

Esta anocheciendo y nunca coincidimos, es hora de hacer otros planes. Alguien me espera en la avenida Reforma, alguien que nunca imaginó que vendría, hoy me espera con los brazos abiertos… y el corazón con un dueño ausente.

GRITOS DE REBELDIA

Aquella madre no sabe como callar a su niña, le ha dado el pecho pero su dolor va más allá de puras necesidades biológicas, le da abrigo pero la lluvia que cae es aun más abrazadora. Aquella niña no sabe de números, ni de discursos, pero no ah parado de llorar desde que subió al metro, algunos dicen que está enferma, otros que esta prediciendo una tragedia, hay creyentes y ateos, todos lanzan hipótesis pero sobre todo, opinan sobre las tantas maneras de hacerle guardar silencio.
Una anciana que está a mi lado vendiendo crucifijos, me dice muy segura de sí misma: “Es la humanidad joven que lanza gritos de dolor… y es la misma humanidad vieja y conformista, la que pretende callarla.”

EL SUR TAMBIEN EXISTE

Los trabajadores del SME (Sindicato Mexicano de Electricistas)se andan muriendo de hambre en la plaza del Zócalo, reclamando justicia, reclamando igualdad de derechos. Todos llegan a ese lugar a tomarle una foto a la catedral, a las danzas mayas que ahí escenifican, todos se llevan un suvenir del lugar, una postal a colores de una vista panorámica, luego dirán que estuvieron en la ciudad más grande del mundo, que la pasaron bien y hasta se cogieron a alguna extranjera.

Nadie se fija en las cosas mayores, nadie pregunta tampoco, solo elevan la mirada y nunca se observa a los de abajo, mientras los flashes de las cámaras se disparan, un niño llora de hambre en aquella plaza. Parece que nadie les ha dicho a estos turistas de poca madre… que el sur también existe.

DESPIDIENDOME

Mañana me iré a mi país y no te he encontrado hippie loca, he subido a más metros que todos los días en que he estado en la ciudad. Esta anocheciendo y no me quiero ir a ningún lugar que no sea otro metro. Ya casi son las diez y por fin apareces, tu carita triste es inconfundible, me subo enseguida y me siento a tu lado.

Sigues escribiendo como si tuvieses muchas cosas que agregarle a tu testamento, me dices que ahora no es un testamento, sino una larga lista de lo que quisieras hacer antes de morir. Me quedo mirándote como un idiota mientras escribes, tú me das un beso y sigues escribiendo. Nos bajamos en la estación Balderas, nos sentamos en un parque y después de mirarme a los ojos un instante, supiste que tenía algo que decirte. “Me voy mañana” te dije. Te quedas en silencio y me das un abrazo, siento que estas llorando, o quizás soy yo quien llora, no lo puedo describir bien: “Las almas como las nuestras solo se conocen poco tiempo, esa es la regla, debí advertirlo” me dijiste con un tono triste. Te tomé de la mano y acaricié tu cabello “si hubiera un modo, yo regresaré” te prometí mientras la luna se presentaba como testigo.

Nos miramos despacio, nos conocíamos tanto que sabíamos perfectamente que eso no va a ocurrir. Te devolví tu pluma, te pedí que sigas escribiendo y que procures no morir durante muchos años. Antes de irte me dijiste algo que me hará recordarte siempre: “Si un día llego a morir… estarás en mi testamento.”

GARIBALDI

La Plaza Garibaldi se llena de neblina, el humo de los coches no me deja ver a mi alrededor, tacos calientes, quesadillas a buen precio, las señoras vendiendo tequilas en una esquina, los mariachis ofreciendo canciones, todo está en su lugar.

Llegan las parejas, se sientan en las bancas, compran flores, piden una tonada de amor, mientras yo los maldigo en silencio. Los ladrones se ocultan, los federales ebrios van llegando a celebrar, las prostitutas bailan sobre las mesas, los mendigos piden misericordia una noche mas, mientras yo estoy ahí solo, sentado con una cerveza en la mano y escribiendo experiencias aun no vividas... todo está en su lugar.

lunes, 21 de junio de 2010

MIENTRAS DURE

Gabriela me espera en la estación Tasqueña, esta ansiosa por contarme como le fue en su trabajo, me invita un café y yo compro los tacos, nos sentamos en una tienda cerca de la parada de autobuses. Le digo que en tres días me iré y no volveré en mucho tiempo, es la persona mas sola que he conocido en esta ciudad, no dudaría ni un segundo en dormir acompañada si supiese que esa persona no se irá de su lado al día siguiente. Me toma del brazo y me pide que me cuide, que le agradó haberme conocido y compartir muchos días con sus noches.

A veces las mejores personas de tu vida, solo pasan un instante, nos olvidamos del “para siempre” y debemos enfrentar el “mientras dure”. Donde quiera que te lleve la vida, siempre te voy a recordar… mi reina bella.

ASESINADO

Los diarios dicen que fusilaron treinta personas en la colonia Roma, los noticieros informan que mataron a un niño en la frontera con Estados Unidos, en las calles todos lo comentan, han asesinado al hijo de un cantante famoso en Cuernavaca, paso por una plaza y hay otro asesinato, ahora le disparan a los federales. Yo, yo ya estoy muerto… desde el día que dejaste de quererme.

PIDO POCO

No malgastes tus palabras, no me digas que lo sientes, no me pagues el café ni me subas a tu auto con rumbo desconocido para no poder salir huyendo y perderme en el intento. No me abraces ni llores delante de la gente, no permitas que tus lagrimas se desaprovechen con pretextos que no puedo entender, no te fijes en mis zapatos ni en las flores que se marchitan a tu alrededor. Solo mírame a los ojos, dime que me quieres… y me iré contigo.

DESTRUCTIVO

Me metiste a tu cama, me diste el calor de tu cuerpo, el néctar de tus labios, el fuego de tus pechos ardientes, y ahora no deseas que escriba de ti. Porque lo haces, si lo que hicimos entre sabanas fue un bello poema, un verso casi tan perfecto como si lo hubiese escrito Neruda.

No me pidas que deje de escribir, que no cuente mis memorias ni que olvide que te he conocido. Lo que deberías hacer es alejarte, no hablarme ni escribirme cartas, no prometerme nada que no puedas cumplir. Todo lo que toco lo termino destruyendo, mejor toma tus cosas, marchate y se tú quien se ponga a olvidarme.

ENCUENTRO

Te subiste al mismo metro que yo, me reconociste de inmediato, me dijiste que ahora eres tu quien me andaba buscando. Ya no traías el traje de loca hippie, ahora parecías decente y como que perdiste tu encanto, pero lo recuperaste de inmediato cuando soltaste una sonrisa. Me llevaste a Garibaldi, compraste dos tequilas y una cajetilla de cigarros, no me importa morir de cáncer si estoy a tu lado hippie loca.

Me contaste porque te subes a los metros, porque escribes acerca de morir y huir de este mundo. Yo te conté porque vine desde tan lejos sin mas que una locura en los bolsillos. Llegamos a la conclusión de que ambos estamos completamente dementes, que no tenemos cura para esta enfermedad. La segunda ronda de tequilas fueron mías, pero ya no compre cigarros porque el cáncer no es una de mis muertes favoritas. Llamamos a un mariachi y le pedimos que cante “Cielito lindo”, te regale una rosa que me costo doce pesos, tu me obsequiaste tu lapicero, con lo que habías escrito tantas barbaridades juntas, el papel aguanta todo.

La medianoche llego a la plaza, te quisiste despedir pero no pudiste, un beso interrumpió tu adiós y mis brazos ya no quisieron soltarte más. Me llevaste al hotel San Martín y sin apagar las luces, sin cerrar las ventanas, me hiciste el amor como si fuese cuestión de vida o muerte. Las rancheras aun se oyen allá afuera, son las cuatro de la mañana y un beso tuyo me despierta, seguido por el trancazo de la puerta. Te fuiste sin decir mas palabra que un te quiero, yo también te quiero pero no llegué a decírtelo.

Tu sigues tu camino, con tu andar despacio y tu mirada al vacio, caminando por la calle Montero. Será esta la ultima vez que te veré?... olvidé decirte que me voy mañana a mi país.

jueves, 17 de junio de 2010

SUEÑOS DE MADRUGADA

Sentí que llegabas de madrugada, con ese velo rosado que descubría tus encantos, haciéndose parte de ti misma mientras la luna solo observaba. Te vi acercarte a mi cama, quitarme las sabanas y apoyarte en mi pecho, darme un beso y decirme: "me quedare contigo... para siempre".

Son las seis de la mañana, afuera sigue el cielo oscuro, las estrellas se marcharon temprano. Ando abrazando a tu ausencia, hablándole a tu espacio vació, jugando naipes con las palabras que nunca me oíste decir... no tienes idea de como te extraño.

martes, 15 de junio de 2010

LLUVIA COMPLICE

He caminado tantas calles, los mercados ya saben de mí, las plazas tienen mis huellas en sus aceras y los metros casi me han nombrado socio honorario. Siempre se hace camino al andar, me lo dijo Serrat en un concierto, he pisado todas las calles y no te he encontrado.

Me subí a las peceras que van a Xochimilco, he pasado por Villa Coapa y nadie te conoce. La lluvia me ha sorprendido a las siete de la noche, recorriendo San Antonio de Abad, ya estoy por llegar a mi depto. Pero algo me detiene, algo no me deja avanzar, algo me sujeta como el ancla de una embarcación. Es tu recuerdo que me paraliza a tres calles de mi cama, he vuelto a oír las promesas que me hiciste un día. Querías casarte conmigo, tener dos hijos, una casa cerca del estadio y los domingos ir a caminar frente al mar.

Han pasado diez meses y no ha quedado ni los escombros de esas promesas, ahora somos un par de desconocidos que juegan a huir lo más que se pueda, a saltar por la ventana y soltar mentiras para no ser atrapado. Si no puedo moverme de aquí, entonces voy a sentarme detrás de un árbol, bajo el frió y esta lluvia salvaje, me pondré a escribir este diario que solo sabe de nostalgias. Lo bueno de la lluvia es que nadie puede notar que estoy llorando.

ENCUENTRO

Te volví a encontrar como se encuentra uno con su alma gemela, de pura casualidad y con los hilos del destino moviéndose sincronizadamente. Me subí al metro que va a Garibaldi, estabas ahí, sentada en el ultimo vagon del metro, escribiendo tus memorias en un cuaderno viejo. Tu aspecto de hippie loca me trae seducido, me tiene embrujado. Serás real o solo eres parte de mi imaginación?, te estaré viendo o te estaré inventando?. Tu y yo sabemos que tan real es nuestra historia, los demás son solo cómplices voluntarios.

Me senté a tu lado y te pregunte que escribías, me dijiste que escribes sobre tu funeral y sobre lo que le dejaras al mundo. Te dije que las personas como nosotros no mueren fácilmente, sino que pasamos por pequeños estados de sufrimiento, bajo pequeñas dosis de depresión, y creo que eso fue lo que te facinó mas.

Me prestaste tu cuaderno y yo te preste el mío, tu sonreíste y te burlaste de mis escritos: "y quien carajo es la tangamadapiana?". Yo me puse a leerte y te dije: "en serio piensas irte al infierno?, espero verte ahí". Te quedaste con mi pluma y yo con la tuya, te bajaste en San Antonio de Abad, despidiéndote con un beso cerca de los labios. Mientras te ibas caminando lentamente mirando al vacio, jugando con las luces de las calles, me pongo a rimar algunas frases, siguiendo tus pasos, soñando despacio, pensando en tus mañanas y tus noches, en tu eclipses y tus atardeceres. Preguntándome otra vez... si te volveré a ver.

domingo, 13 de junio de 2010

VERSOS DE MADRUGADA

Ella llego una tarde de Junio al Distrito Federal, un microbús la trajo desde Guadalajara hasta la estación Central. Llevaba una cartera, un bolso donde guardaba su abrigo y un obsequio entre las manos, me saludó con una sonrisa, yo la recibí con un abrazo, me dio la bienvenida a su país que cada vez se pone mas peligroso, sin embargo yo encuentro paz en su mirada, encuentro ternura, pasión guardada detrás esos parpados color carmesí.

La llevo a un café de Tlalpan, ella pide un capuchino, yo una limonada fría. Después de tantos meses de leer sus poemas, de comprar sus libros, de asistir a sus foros de narrativa, al fin la tengo frente a mí. Era tan linda como la imaginé, tan transparente, tan virtuosa para las palabras. Por lo extraño que parezca aun estando uno al lado del otro, nos oíamos con un aire melancólico, como si a pesar de estar acompañados, nos seguíamos sintiendo solos. Existirá algún poeta que sea feliz? Que escribiera sobre la felicidad que lo invade?, Sabina decía que la felicidad no se describe, ni se llena de adornos literarios, solo se siente y se disfruta.

Nos fuimos al bar Tenampa, de la plaza Garibaldi, entre las rancheras compusimos algunos versos juntos, inventamos una historia con un final feliz, de esos que tanta falta nos hacen. Eran las tres de la mañana y es hora de salir huyendo, dicen que la ciudad es aun más peligrosa después de esa hora. Yo no se si existirá un mañana, si todos vamos siempre a un mismo lugar, pero tan solo por esta noche, mi bella poeta… quédate conmigo.

OJOS TRISTES

Me he quedado sentado en las estaciones del metro, no me he subido a ninguno, solamente con la esperanza de encontrar aquella muchacha de ojos tristes y aspecto de hippie. Están los metros que van a la estación Tasqueña, los que van al Cuatro Caminos, esta la estación Balderas, la estación San Antonio de Abad, me voy a todas y me quedo sentado en una banqueta, cogiendo mi cuaderno para poderme a escribir.

Dos ancianos se sientan a mi lado, aquella señora de trenzas largas abraza a su esposo mientras la lluvia golpea el techo, él la toma de la cabeza y lo apoya en su hombro. Se hacen bromas, juegan con sus manos a intentar golpearse y terminan acariciándose, para regresar a la posición inicial, ella con la cabeza en el hombro de él. Alguien les habrá dicho que el amor no existe?, que solo fue el invento de algún dios astuto y embustero, para no sentirnos solos, para no morir en silencio. Pero entonces porque son tan felices estando uno al lado del otro?, será acaso esa la formula?.

Son casi las ocho de la noche y aquella muchacha nunca apareció, quizás se entretuvo en alguna biblioteca, en alguna plaza, en algún bar de mala muerte, esas que tanto me gustaban, será por eso que me agrada tanto aquella niña de ojos tristes. Hoy no pude dar con ella, talvez encontró lo que buscaba, los caminos que la lleven a esa dulce eternidad… que es la muerte.

YO, EL CANALLA

Me dijiste tu nombre en la estacion Xochimilco, lo quise abreviar para que suene mejor, me soltaste una sonrisa, me invitaste cacahuates, me subiste a tu coche y me llevaste a cenar. Te veias tan hermosa, solitaria, con el alma media dormida y muchas ganas de amar.

Hablamos del pasado, de los amores vividos, los besos perdidos y las consecuencias de estar solos. Me dijiste que has vivido, que lo poco que aprendiste, es aprender a confiar, me dijiste que sufriste, que las penas que obtuviste, es por dejarte ilusionar. Me llevaste a tu casa, me invitaste un cafe, me dejaste el sofa grande, tres almohadas y una manta para no morirme de frio. Te tomaste dos cervezas, me contaste tres secretos, cuatro pecados y cinco historias familiares, yo no sabia si dibujarte o imaginar que alguna vez te soñé.

Me diste un abrazo bajo la estacion Tasqueña, prometiste recordarme, escribirme, volvernos a encontrar en otra vida. Y antes de partir me prohibiste escribir que alguna vez te conoci, que mencione tu nombre, tus gestos, tus detalles mas notorios. No puedo hacer eso querida, es mi naturaleza. Solo puedo decirte que vine a buscar a una princesa... y me encontre con una reyna.

YO, EL RESIGNADO


Hoy mientras iba a buscarte, me tope con tu recuerdo, con tus frases alegres, tus ademanes de quererme mas que a nadie, tus ganas de acortar distancias, de vivir un sueño que a nadie se le hubiese ocurrido. Pero ya estoy aqui, camino a tu casa, buscando tus brazos y el perfume de tus pasos que hacen juego con las calles oscuras y solitarias del DF.
Cuanto tiempo ha pasado desde que me dijiste adios, cuantas memorias terminaron enterradas para volver a contar esta historia, que empezo con un plebeyo y una reyna, una rana y su tangamandapiana, un hola y un adios.
Hoy estoy a punto de buscarte, cuando toque tu puerta me dijeron que ya no vives ahi, que te mudaste muy lejos. La vida te ha dado una segunda oportunidad, ahora vas de la mano de alguien, ahora le escribes cartas, le haces promesas que talvez cumplas algun dia. Despues de muchas lunas, muchas lagrimas y muchas cicatrices.... ahora eres feliz.

viernes, 11 de junio de 2010

YO, EL CONFIDENTE

El la amaba mas que a nadie, hizo muchas cosas por ella que nunca antes había hecho, se corto el cabello, se quito las uñas largas, echo a la basura el arete que llevaba en la oreja izquierda, regalo sus camisetas de fútbol y empezó a comprarse camisas. Pero sin embargo, había un abismo que los separaba: el estatus social.

Mientras el iba caminando hasta su trabajo, un taller de mecánica, ella tenia un auto con chofer que la llevaba a donde quisiera ir. Él quería ganar mas dinero para ayudar a sus padres, los padres de ella tenían muchos planes para su hija, llevarla a las mejores escuelas, el mejor internado o quizás una universidad en el extranjero. Él solo buscaba amanecer al día siguiente y respirar, quizás algún día ser alguien, tener comodidades y viajar a donde quisiera viajar.

El la amaba como a nadie, hubiera hecho muchas cosas más por ella, pero no lo dejaron, a los pocos meses sus padres se la llevaron a Estados Unidos para que sea una chica de bien, y no la novia de un pelagatos que “nunca llegará a ser alguien en la vida”. Se dijeron adiós una mañana de Agosto, ella tenia quince años y el catorce. Un abrazo sello la despedida, prometieron volverse a ver, escribirse cada fin de semana, luchar porque el amor es para toda la vida. A esa edad, el amor siempre será para toda la vida.

Pero nunca mas volvieron a verse, han pasado más de veinte años después de ese abrazo. El presente es lo que manda, ahora él esta casado con una bella mujer que conoció en la universidad, ahora ya es alguien, tiene un coche nuevo, un depto cómodo con ventana hacia la calle y se esta tomando una copa de tequila frente a mi, contándome esta historia que dice que jamás se lo ha contado a nadie. Y ella… nunca más supo que fue de ella.

YO, EL HEREJE

Entro a la catedral del DF, pisando su superficie inclinada que combina con el miedo, ante sus adornos dorados, que bien podrían brillar menos para alimentar más a cada creyente, sus columnas poderosas, su arquitectura fina y su órgano descomunal. Puedo percibir algo que talvez nadie sabe… dios no esta aquí.

Ante mi veo pasar a un anciano en silla de ruedas, con un crucifijo entre los dedos, un billete de cincuenta pesos, unos ojos que han de haber visto todo, tratando de subir hacia la capilla sin poder lograrlo, era muy fácil imaginarlo… dios no estaba aquí.

Veo tres ancianas golpeándose el pecho, pidiendo vida, buscando perdón, tratando de trascender ante esta lluvia de rutinas católicas, veo una niña llorando de hambre, un periodista sacando las mejores fotos del cura de turno, el esposo de alguien con la mujer de otro. Como no adivinarlo… dios no estaba aquí.

Quise salir huyendo del lugar, buscar motivos para seguir escribiendo, que no tenga que ver con tragedias. Y fue cuando vi a dios sobre el techo de la iglesia, sosteniendo la cruz que todos veneran, llorando de pena, gritando herejías, buscando el perdón… que nadie se lo dará.

YO, EL PASAJERO

Te encontré como se encuentra una moneda en la calle, de pura suerte. Te veías tan triste apegando tu cara a la puerta del metro. No hablabas con nadie, no mirabas a nada, solo tu rostro topaba el vidrio frió y delicado, no lo pensé dos veces, subí de inmediato y me senté a tu lado.

Te pregunté el nombre de la ultima estación, el color de tu cabello, la marca de la pintura de uñas que utilizas, luego de quince preguntas estúpidas, al fin te dejaste abordar. Me hablaste de Emile Ciorán, de Nietzche, de los demonios que habitan en el inframundo, yo andaba fascinado con tu locura tan desfachatada, con la simpleza de tus palabras, con tus ganas de morir.

Nos pasamos varias estaciones, intercambiamos correos, nos dimos nombres falsos, nos despedimos con un beso, prometimos volvernos a encontrar. Mientras me bajo del metro, tú sigues apoyando tu cara en la ventana, mirando a la nada, pensando en Cioran, buscando el inframundo. Que te vaya bien… niña de mis cuentos.

miércoles, 9 de junio de 2010

YO, EL VENCIDO



Estoy en la estación del metro, esperando a que suceda algo, en las escaleras un tipo sin piernas toca la armónica, sus melodías me llenan de nostalgia, como si se me achicara el corazón con sus notas. Se ha detenido el metro y me pareció verte sentada en uno de sus vagones, sin pensarlo dos veces me he subido y he avanzado cada vagón hasta poder llegar a ti, al fin voy a poder darte ese abrazo que tanto me hacia falta. Pero al llegar a tu asiento, no eras tú, sino alguien muy parecida.

Me disculpe con aquella muchacha y me baje del metro, camino por la zona rosa, me siento en la estatua de Diana la Cazadora, unos tipos se ofrecen a darme un tour guiado por la zona, acepto enseguida mientras me cuentan la historia de cada calle. Entramos a un mercado de antigüedades y me pareció verte salir por la otra puerta, he dejado a mis guías hablándole al viento, Salí corriendo en tu búsqueda, he pisoteado muñecos de colección de lo años ochenta, ante la puteada del dueño de los juguetes, no me importaba nada. Pero cuando te alcancé, tampoco eras tú, esta mañana todas se parecen a ti.

Salgo hacia la Plaza del Ángel de la Independencia, me invitan a subir al mirador, ahora estoy viendo la ciudad desde los setenta metros de altura. A lo lejos, te veo cruzar el Paseo de la Reforma, eres tú, no me queda ninguna duda. Inmediatamente bajo de prisa los más de doscientos escalones que he subido en tan solo minuto y medio, los suficientes para que te pierdas entre ese inmenso mar de gente de la ciudad mas grande del mundo. Te busco en cada esquina, en cada calle, en cada rincón, no estas en ningún lado. Solo me queda tu nombre entre mis labios, el aroma de tu cuerpo mezclado con el aire, dos lagrimas que se hablan entre ellas y bajo uno de los árboles, me quedo vencido cerrando los ojos, preguntándome… donde estas?

YO, EL METEOROLOGO

No he dejado de pensar en ti, te veías tan linda sirviendo tacos frente al Perisur, preguntando de donde vengo y que pienso hacer el fin de semana. Todavía recuerdo tu nombre, tus piernas gruesas y tu escote aterrador, los meteorólogos han dicho que hoy lloverán besos entre tus pechos, que nevará gemidos sobre tu espalda, que habrá un terremoto de escala fuerte en tu feminidad.

He llegado a tu puesto de tacos, te lance una mirada encendida, con voz fuerte te he llamado por tu nombre, te pedí tu numero y deje sobre la mesa esta promesa que esta a punto de cumplirse. Que al amanecer podrás decir: "los meteorólogos tenían razón”.

YO, EL POETA

La ciudad te nombra a un ritmo ligero, el eco no hace mas que estallar entre tus consonantes, el cielo sigue claro, aunque me ha prometido que lloverá antes de mi partida. Hoy quiero salir a buscarte, intentar una ruta que me lleve hacia ti, que difícil es buscar tu calle y numero en la ciudad más grande del mundo.

Me seguirás queriendo como yo te quiero?, te acordaras de las promesas que un día me hiciste?, me seguirás queriendo si un día dejo de buscarte y me marcho para siempre?. Esta anocheciendo en el parque Naucalli, he parado mi búsqueda para ver a Fernando Delgadillo. Mientras suenen los acordes y se ponga a cantar “Entre pairos y derivas”, apretare mi asiento, se ahogaran mis ojos… y pensare en ti.

lunes, 7 de junio de 2010

YO, EL TROTAMUNDOS

El Paseo de la Reforma tiene una exposición cultural de los cinco continentes. Puedo mezclarme con las griegas, beber cerveza alemana, tomarme fotos con una pareja de indoneses recién casados (pero que no aparentan tener ni quince años), puedo probarme trajes de la India, tomarme un café turco y escuchar música árabe.

He dado la vuelta al mundo en dos horas, he cruzado fronteras cada tres minutos, por un instante he sido Español, Guatemalteco, Salvadoreño, Tailandés y Vietnamita. Me han quedado todos los trajes, mi rostro se ha adecuado a todas las mascaras, mi piel se ha mezclado con otras pieles y ha tomado un bello color mestizo, un orgulloso color mestizo.

He recorrido el mundo entero, he hablado todos los idiomas, y cuando llegó el silencio, me he encontrado a mi mismo, solo, tratando de ser yo, intentando volver a ser yo… sin poder lograrlo.

YO, EL OBSERVADOR

Ella no lo sabe pero se nota a leguas, esta muy enamorada. Su cabello recién lavado y oliendo a perfume le anda contando a todo el mundo: ella esta enamorada. A lo lejos un grupo de trabajadores le lanza un silbido y promete bajarle la luna y las estrellas por tan solo una sonrisa. Ella no hace caso porque nadie mas existe en su calle, no cabe duda, ella esta muy enamorada.

En el parque del ángel lo esta esperando él, un tipo bien vestido y con un peinado de chico bueno, unos pantalones a la moda y un reloj que le dice que se esta haciendo tarde. Su rostro va cambiando conforme pasan los minutos, piensa que esta perdiendo el tiempo en ese lugar. Quizás el no lo diga, ni lo dirá nunca, pero se nota a leguas: aquel chico no tiene ni la más p… idea de lo que es el amor.

Ella llega y le da un beso en los labios, él inclina la mejilla y le lanza un reclamo, ella pide disculpas, él pide explicaciones. Luego de cinco minutos se pierden por la calle Revolución, pasan por mi lado, mientras yo les lanzo una sonrisa, y apoyando mi lápiz en el cuaderno… me pongo a escribir.

YO, EL MELOMANO

Llego a este hermoso país en día cualquiera, pero para ellos no es un día cualquiera, apenas hace unas horas todos vibraron con la visita de un Beatle, mas de cincuenta mil mexicanos podrán decir que lograron ver a un Beatle, Paúl Mcartney acaba de tocar en el Foro Sol y los diarios lo han en endiosado, incluso mas de lo que ya estaba.

En los paneles de publicidad dicen que esta noche el señor Gilberto Santa Rosa va a cantar en la sala Maraca, uno de los pocos en la actualidad que hace buena salsa. Paso por el estadio azteca, donde alguna vez estuvo uno de los más grandes artistas de la historia, el mítico Michael Jackson, cuenta la leyenda que en una de sus presentaciones mando a un doble, simplemente un fuera de este mundo.

Los carteles avisan que mañana tocará el maestro Charly García en el Auditorio Nacional, y dentro de poco vendrá el genial Andrés Calamaro a dar un recital en el Teatro Metropolitan. Entro a las tiendas de Ticketmaster y compro mi boleto para el concierto de Edgar Oceransky y sus amigos en el Parque Naucalli. Esa noche promete, pues al fin podré ver en vivo a uno de mis poetas favoritos, el querido Edel Juarez.

Al salir de la tienda de Perisur, veo las calles llenas de carteles publicitando tres presentaciones consecutivas del grupo Aventura… quien coño es Aventura???

sábado, 5 de junio de 2010

YO, EL EXPLORADOR

Voy por la calle Insurgentes, viendo los parques y los puestos de tacos que hay en cada esquina, aquí la gente ya no me mira, curiosamente paso desapercibido en este país que no es el mío. Al cruzar la calle un viejo me lanza una grosería desde su auto, por no haberme fijado en la luz roja, otro tipo frena su auto para poder cruzar. El tipo de los periódicos me manda al desvió cuando le pregunto por la dirección de un museo, lo puedo notar en sus ojos, aun aquí puedo saber cuando las personas me están mintiendo.

Me detengo en una biblioteca y pido los poemas de Jaime Sabines, me siento un buen rato tratando de memorizar un verso, tras tantos intentos fallidos me doy cuenta de que no se puede imitar a los dioses. Sabines, siempre serás el mejor.

Pido mapas de la ciudad, pregunto por una dirección, pero todos me dicen lo mismo: “No es por acá, es que Xochimilco es muy grande señor”. Guardo mis apuntes, me detengo a comprar unos tacos en el puesto de una chica muy guapa, que luego se hace mi amiga y nos ponemos a charlar. Pero tampoco sabe como llegar a donde quiero. Parece que no podré verte hoy.

YO, EL ATEO

Me detengo en la iglesia El Carmen, dejo mis credenciales y deseo entrar a ver las instalaciones, el vigilante me dice que debo pagar mi boleto, es la primera vez que me piden dinero para acercarme a dios, le reclamo que solo quiero tomar unas fotos, pero me dice que el precio es alto porque en la planta baja hay una exposición de momias. Pago a regañadientes y lo único que espero, es que los cuerpos descompuestos y maltratados sean de algún cura usurero. El vigilante se ríe de mi ocurrencia y me deja pasar.

Mientras veo los cuerpos sin vida y hecha ruinas, de personas que algunas dejaron huella en este mundo. Me pongo a pensar en lo que hicieron en vida, en las personas que pudieron amar, en las locuras que pudieron cometer, porque la vida esta hecha de eso, de pequeños sucesos que vamos dejando como piezas de rompecabezas y que luego iremos armando. Sentí un leve escalofrió, al imaginar que una de esas momias pueda ser yo, quizás si dentro de cien años se les ocurra desenterrarme.

Yo no soy un creyente, dios no es mi enemigo, al contrario, es un de mis amigos. Es por eso que podré alejarme toda una vida, pero sé que siempre estará ahí el día que yo quiera regresar. Pero no necesariamente debo de creer en él, porque a los amigos se les respeta, se les espera, se les acepta como son…. Pero nunca se les pone en un altar.

YO, EL CREYENTE

Entro a la iglesia San Jerónimo, recorro los pasillos y me detengo a mirar las flores que dejan los fieles. Nunca me gustó regalar flores, ni siquiera en mis momentos más trágicos. Pero la gente cambia de acuerdo al cristal con que mire, o también por los años que ha vivido.

Llego al pasadizo final, camino al altar y me encuentro con la imagen de Cristo, entre clavos y espinas, me arrodillo ante su imagen como no lo había hecho hace más de veinte años. Cuando era apenas un niño, y solo creía en lo que me decía mi madre.

Mientras veo la imagen de dios que al parecer se ha dado cuenta de que he llegado, lo miro fijamente, empiezo a orar en silencio y le digo: “eres tú quien esta moviendo las fichas de mi destino?. Porque si es tu mano quien me guía… por favor no me dejes caer esta vez”

YO, EL ESCRITOR

Las calles son extensas, las autopistas gigantescas y la gente va y viene sin mirarte a los ojos. Cuantos amantes habrán salido huyendo por esta autopista en busca de un nuevo destino, cuantos enamorados habrán caminado estas calles buscando a su musa, preguntando como llegar al hotel más cercano.

Cuantas historias se podrán contar de esta ciudad que es una de las más grandes del mundo, cuantos libros se habrán escrito de las tantas vidas que pasaron por aquí. Es hora de escribir mi propia historia… es hora de vivir.

ATERRIZAJE

La tarde me cobijo en su manto gris, aunque la temperatura es alta en el DF, los cielos han tomado un color medio oscuro, como si supieran que he llegado con medio corazón. Bajando del avión no hay nadie en la sala de espera, solo un tumulto de gente que ve llegar a sus amigos, sus parientes y sus amores ahora ya no tan lejanos.

Yo no tengo a nadie quien me reciba con un abrazo, ni con un obsequio o con un “te extrañe tanto”, lo supe desde que subí a este avión que no sabe de locuras, ni de sueños ni de nada. La tarde en México se ha puesto triste, como si no quisiera hablarme, justo ahora que traje tantas preguntas en el equipaje.
A lo lejos veo un cartel con mi nombre, una sonrisa de bienvenida y un apretón de manos. Parece que no estaré solo en este viaje. Tengo una cama tibia, tres almohadas y una laptop donde podré contar mis memorias en este humilde blog que se ha vuelto como mi hijo, como mi fiel compañero, aquel que no se atrevería a mentirme, que nunca me va a dar la espalda.

VOLANDO HACIA TI

El cielo me ha llamado por mi nombre, curiosamente a mi que siempre me gusta dar nombres falsos. Las nubes han formado un corazón y parece que hoy será un día soleado. No puedo dejar de pensar en mi destino, será quizás contigo?.

He empezado a tenerle miedo al reloj, dentro de poco me dirá que ya he llegado, que esta vez no hay camino de regreso. Nunca aprendí a rezar, pero me hice de amigos que lo hacen muy bien. Les he pedido que recen por mi, quizás mas de diez creyentes puedan salvar a un viejo ateo como yo.

ENTRE NUBES

Tengo los pies elevados a mas de mil metros de atura, ando literalmente sobre nubes esta tarde maldita en que se me ocurrió hablarte en voz alta, tengo el corazón acelerado, las manos sudorosas y el cuerpo hecho temblores.

Detrás de mi ventana solo veo viento y migajas de cielo, ahora solo nos separa esta atmósfera de gases totalmente imperceptibles, esta telaraña de ruidos que cada vez me suena más a tu nombre. Le he perdido perdón a dios por mis pecados, aunque siento que ya se canso de escucharme. Será que cada vez que pido perdón, mis pecados son mayores.

jueves, 3 de junio de 2010

BORRADOR FINAL


No te lo había dicho pero aun tengo puesto la pulsera de San Judas Tadeo que me regalaste, todavía tengo tus fotos y el perfume que me dejaste en el aeropuerto aquel día de nuestra despedida. Me he puesto a pensar que pasaría el día en que ya nada me recuerde a ti, en que mi memoria ya no me hable de lugares ni de frases cortas que tengan que ver contigo.

Te imagino llegar una mañana de octubre a las pequeñas Lima, con una sonrisa en los labios y un poco de corazón entre las manos, listas para darme un abrazo. Te he soñado conmigo, caminando por las calles oscuras donde soy yo quien te protege del frió y de los malhechores. Me he puesto a escribir historias donde tenemos una segunda parte, y terminamos juntos bajo el calido sol de primavera.

Te he imaginado, te he soñado, te he inventado con palabras, y al terminar la noche sigo solo en esta cama que cada vez se hace más grande. Ya no puedo mas, basta de mentirle a mis emociones, basta de borradores, es hora de escribir a manos limpias esta historia inconclusa, Tengo que salir a buscarte…tengo que tomar un avión.

BORRADORES # 11


Como poder contar nuestra historia, si aun le faltan algunos capítulos. Como escribir un antes y un después detrás de todo este misterio en que se ha convertido tu destino. Hoy quiero pelearme con el diccionario, faltarle el respeto a los libros, a los buenos modales, Hoy quiero mandar al carajo al destino y decirte que te quiero, que te quiero como quiere un lobo a su luna llena.

martes, 1 de junio de 2010

BORRADOR # 10


Si me dices te quiero yo me quiebro como un castillo de naipes ante un soplido. Si tocas mi mano llevas electricidad a mis venas y me siento vivo nuevamente, como Frankenstein, listo para obedecer a su creador. Si te quitas la ropa frente a mí, me imagino ser dios que recibe tu mejor ofrenda para merecer el cielo.

Si me dices te quiero, yo también te digo que te quiero. Aunque querernos ya no sea suficiente, aunque tu destino y el mío ya no vayan de la mano. Pero en estos tiempos, en que las brujas y los duendes han ganado la batalla, en que los sueños ya se han quedado dormidos y amar ha perdido la escencia, solo queda recordar el pasado. Y si no me dices que me quieres… al menos déjame imaginarlo.