Los trabajadores del SME (Sindicato Mexicano de Electricistas)se andan muriendo de hambre en la plaza del Zócalo, reclamando justicia, reclamando igualdad de derechos. Todos llegan a ese lugar a tomarle una foto a la catedral, a las danzas mayas que ahí escenifican, todos se llevan un suvenir del lugar, una postal a colores de una vista panorámica, luego dirán que estuvieron en la ciudad más grande del mundo, que la pasaron bien y hasta se cogieron a alguna extranjera.
Nadie se fija en las cosas mayores, nadie pregunta tampoco, solo elevan la mirada y nunca se observa a los de abajo, mientras los flashes de las cámaras se disparan, un niño llora de hambre en aquella plaza. Parece que nadie les ha dicho a estos turistas de poca madre… que el sur también existe.
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