
Llegan las parejas, se sientan en las bancas, compran flores, piden una tonada de amor, mientras yo los maldigo en silencio. Los ladrones se ocultan, los federales ebrios van llegando a celebrar, las prostitutas bailan sobre las mesas, los mendigos piden misericordia una noche mas, mientras yo estoy ahí solo, sentado con una cerveza en la mano y escribiendo experiencias aun no vividas... todo está en su lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario