miércoles, 11 de febrero de 2009

DEJAME SER


Déjame ser aquel estallido de temblores que te ahoga entre las sabanas, ese murmullo indescifrable que sueltas cuando te diluyes entre tanto éxtasis, aquella marea que termina el marullo provocado por el viento. Déjame encasillarme en palabras trilladas, hasta encontrar el sendero perfecto que me lleve a tu centro, suelta tus amarras y navega en mi océano infinito, déjate convencer que los muros se van derrumbando y estamos a punto de ser presa del tiempo, del vago sentir de los momentos perdidos, de la escala de tus miedos.
No te detengas si quieres besarme, mis labios son más tuyos que míos, mi cuerpo de alguna manera te pertenece, aunque se pierda a veces en otros labios y bajo otros cuerpos. No minimices las tormentas, ni el ruido de la lluvia cuando se posa en tu ventana, no gastes ternura reposando en tu cama, levántate, asómate por aquel balcón y me veras que te estoy esperando. Sentado aquí, bajo la luna embrujada que va soltando versos tristes al viento, soñando con poder encontrarte, entre sabanas despierta,
entre nudos de alivio, con la mente difusa y los ojos ceñidos. Y al fin podré explorarte, como los viejos marineros, sin brújulas ni mapas, solo con el instinto y la esperanza de pisar tierra firme… y seré aquel estallido de temblores que te ahoga entre las sabanas.

No hay comentarios: