miércoles, 9 de junio de 2010

YO, EL VENCIDO



Estoy en la estación del metro, esperando a que suceda algo, en las escaleras un tipo sin piernas toca la armónica, sus melodías me llenan de nostalgia, como si se me achicara el corazón con sus notas. Se ha detenido el metro y me pareció verte sentada en uno de sus vagones, sin pensarlo dos veces me he subido y he avanzado cada vagón hasta poder llegar a ti, al fin voy a poder darte ese abrazo que tanto me hacia falta. Pero al llegar a tu asiento, no eras tú, sino alguien muy parecida.

Me disculpe con aquella muchacha y me baje del metro, camino por la zona rosa, me siento en la estatua de Diana la Cazadora, unos tipos se ofrecen a darme un tour guiado por la zona, acepto enseguida mientras me cuentan la historia de cada calle. Entramos a un mercado de antigüedades y me pareció verte salir por la otra puerta, he dejado a mis guías hablándole al viento, Salí corriendo en tu búsqueda, he pisoteado muñecos de colección de lo años ochenta, ante la puteada del dueño de los juguetes, no me importaba nada. Pero cuando te alcancé, tampoco eras tú, esta mañana todas se parecen a ti.

Salgo hacia la Plaza del Ángel de la Independencia, me invitan a subir al mirador, ahora estoy viendo la ciudad desde los setenta metros de altura. A lo lejos, te veo cruzar el Paseo de la Reforma, eres tú, no me queda ninguna duda. Inmediatamente bajo de prisa los más de doscientos escalones que he subido en tan solo minuto y medio, los suficientes para que te pierdas entre ese inmenso mar de gente de la ciudad mas grande del mundo. Te busco en cada esquina, en cada calle, en cada rincón, no estas en ningún lado. Solo me queda tu nombre entre mis labios, el aroma de tu cuerpo mezclado con el aire, dos lagrimas que se hablan entre ellas y bajo uno de los árboles, me quedo vencido cerrando los ojos, preguntándome… donde estas?

1 comentario:

Teperepe dijo...

Increíblemente se te pierde una mexicana en la ciudad más grande el mundo. Siempre está el teléfono de locatel.

Abrazos
Tere