El cielo mostraba un resplandor especial, las estrellas habitaban pacíficamente iluminándolo todo, era sábado por la noche y Alicia esta sentada mirando la calle desde su ventana, odiándolo todo, ignorándolo todo, el ruido de los chicos en la pista, los buses que llenan de humo su calle, su vida misma que se desmoronaba en añicos.
Con tan solo diecisiete años en el alma, su vida ya sabia del dolor y soledad, sus padres se separaron hace apenas dos años, nunca tuvo a quien acudir cuando su corazón sentía desgarros, nunca nadie se le acerco cuando la vieron llorar sobre su cama por imaginar que no encajaba en este mundo. Muchas veces nos preocupamos por la guerra en Irak, las bombas en Afganistán, pero nunca nos enteramos de lo que pasa en nuestro propio hogar.
Alicia trato de entender las reglas de juego, sabia que no podía ser el centro de su universo, que la vida no solo son lagrimas y sonrisas, que no siempre se tiene lo que se desea, pero esa tarea aún suele ser muy difícil para una chica de su edad, los dolores a veces son mas duros con los pequeños corazones. Alicia se dio cuenta de eso, y ya no quería sufrir más en un mundo que no le prestaba ni un poco de atención, encontró su propia lógica en el por que de las cosas que suceden en su existencia, quiso convertirse en una de las estrellas que esa noche la iluminaban, quiso volar libre sin que nadie lo sepa.
Con tan solo diecisiete años en el alma, su vida ya sabia del dolor y soledad, sus padres se separaron hace apenas dos años, nunca tuvo a quien acudir cuando su corazón sentía desgarros, nunca nadie se le acerco cuando la vieron llorar sobre su cama por imaginar que no encajaba en este mundo. Muchas veces nos preocupamos por la guerra en Irak, las bombas en Afganistán, pero nunca nos enteramos de lo que pasa en nuestro propio hogar.
Alicia trato de entender las reglas de juego, sabia que no podía ser el centro de su universo, que la vida no solo son lagrimas y sonrisas, que no siempre se tiene lo que se desea, pero esa tarea aún suele ser muy difícil para una chica de su edad, los dolores a veces son mas duros con los pequeños corazones. Alicia se dio cuenta de eso, y ya no quería sufrir más en un mundo que no le prestaba ni un poco de atención, encontró su propia lógica en el por que de las cosas que suceden en su existencia, quiso convertirse en una de las estrellas que esa noche la iluminaban, quiso volar libre sin que nadie lo sepa.
Por eso ella esta sentada frente a la ventana, con un frasco vació de pastillas entre los dedos, mirándolo todo, ignorándolo todo, sintiendo como la vida se despide en forma de ruidos. Los somníferos están haciendo efecto y sus ojos se van cerrando de a poco y para siempre. Mientras Alicia mira el cielo se da cuenta que hay una estrella que brilla mas que las demás, tan lejana, tan bella, tan eterna y casi susurrando se le oye decir… “esa quiero ser yo”
2 comentarios:
Un minuto de silencio por todas las "Alicias" que nos ha tocado conocer en el camino.
Un abrazo
Ave
Ojalá ella misma pudiera verse antes de llegar a ser estrella.
Real, triste y no menos bonito... Me ha encantado.
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