Me he quedado ciego, mudo y tembloroso, con la noticia de que ya vienes, pensé que era una broma de mal gusto, una locura, una mentira, una regla quebrantada del destino. Tantos años sin saber de ti, tantas lunas agonizando entre nubes, tantas profecías cumplidas en una sola noche, ahora solo queda de mi, un puñado de tristezas, un conjunto de promesas no vividas, tres monedas sin valor que esperan ser cobradas.
De golpe recibo la noticia de que ya vienes, estoy escondiendo los rezagos de la nostalgia, lanzo por la ventana mis cuadernos suicidas para que se pierdan con el polvo, divago en mi habitación sobre las consecuencias de tu llegada, sigo temblando de miedo. Entonces empaco mis cosas, recojo mis fotos dispersadas en el piso, limpio mis zapatos dispuesto a emprender la huida. Talvez llegues un día como me lo prometiste… pero ya no quiero que veas lo que ha quedado de mi.
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