Bajaran mis labios por las orillas de tu vientre, navegar a la deriva sobre tus olas hasta naufragar y refugiarme en la pequeña isla que hay entre tus piernas. Luego juntare pequeñas piedras para escribir S.O.S. sobre tu espalda, con la esperanza de ser rescatado de tus garras. Contradictoriamente eres tu misma la que me salvas, la otra cara de tu moneda, yo no se cual cara es mejor, será por eso que cada noche que paso contigo paso del naufragio a la salvación tantas veces repetidas.
Y al llegar mi velero a tierra firme, cuando regreso a casa, son las tres de la mañana, las calles parecen repletas, el ruido de los autos se pierde con el ruido de la gente. Entonces me recuesto sobre mi cama, pensando en ti, en la próxima vez que volveré a verte, me acuesto en mi cama, con la ventana abierta… mirando la luna llena.
Y al llegar mi velero a tierra firme, cuando regreso a casa, son las tres de la mañana, las calles parecen repletas, el ruido de los autos se pierde con el ruido de la gente. Entonces me recuesto sobre mi cama, pensando en ti, en la próxima vez que volveré a verte, me acuesto en mi cama, con la ventana abierta… mirando la luna llena.
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