Aun recuerdo su carita cuando me decía te quiero, como se achinaban sus ojos con las vocales, como temblaban las consonantes en sus labios, parecía poderosa, sonreía despacito, y cuando me tocaba, la vida era otra cosa.
Aun recuerdo sus modales, su cabello suelto que me enloquecía, sus rulitos juguetones, sus uñas de colores, sus zapatos tacón alto, para poder darme un abrazo. Recuerdo casi todo de ella… menos sus promesas.
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