viernes, 26 de febrero de 2010

BUSCANDO PALABRAS

La noche me cobija como al mejor de sus hijos, ya el dolor ha cesado un poco, ya los gatos no hacen ruido en mi techo en señal de luto, los perros han dejado pasar a los ladrones con tal de conservar el silencio, todos se solidarizan conmigo mientras intento escribir. Las estrellas se asoman a mi ventana como adornos centelleantes, el viento solo camina por mi calle y se acerca en forma de suspiro. Todos se han reunido en mi habitación y me piden que no deje de quererte, que el amor no sabe de olvidos ni rencores.

Una lágrima cae dibujando un corazón sobre mi hoja en blanco, incluso ella me dice que también te quiere esta noche silenciosa. Yo recuerdo tu llegada una mañana de octubre, los besos que nos dimos, y empiezo a amarte en otras dimensiones, como la memoria cuando solo guarda las cosas bellas. Y fue entonces que las palabras llegaron… para hacerme compañía.

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