He llegado a maldecirte entre silencios, he odiado pronunciar tu nombre por las noches mientras te espero y no llegas. Te llene de ofensas hasta caer agotado y quedarme dormido entre las migajas de tu ausencia. Me convertí en tu enemigo, tu verdugo, todo lo que no esperaste que seria. Me volví en el peor de los cabrones con tal de herirte, es mi manera de no perder.
Y ni aun así, ni por un instante, he deseado que no vuelvas. Te fuiste para dejarme sin lógica, sin formas coherentes de ternura. Ya no quedan mas respuestas, este soy yo dándome por vencido... y aun así, queriéndote.
2 comentarios:
muy bacano sigue asi man siempre leo tu blog
gracias amigo anonimo je je. Un gusto tenerte por aca.
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