Sentado viendo la lluvia caer, pude notar mi ausencia, ya no estoy mas aquí, me fui contigo anoche, cuando me dijiste adiós. Me he buscado en cada bar, en cada silencio, en cada rincón donde no habita la vida, nadie supo de mi.
Y una noche me encontré, pidiendo limosna en la puerta de tu iglesia, buscando clemencia, perdiendo mi fe, dando mi alma en ofrenda... sin dejar de ser el mismo ateo que conociste alguna vez.
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