Hace tres días que solo veo funerales en tu campo, flores regadas en forma de obsequios con tarjetas de pésames alrededor. Hace tres días que me encuentro en ayunas. sin hambre ni sed, sin querer saber noticias tuyas, sin querer saber si te marchaste o te asesino el olvido.
No fui yo quien cerro la puerta, quien tapio las ventanas y cambio de cerradura. Fueron tus mentiras que una noche se cansaron de ti... y se quedaron a vivir conmigo.
1 comentario:
Me horrorizaban las mentiras, hasta que yo misma empecé a usarlas...jeje.
¿Qué tan graves son las mentiras de un poeta?
Abrazo
Tere
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