Me paso la vida ahorrando recuerdos, juntandolos a destiempo, apilándolos sobre las hojas de mis textos, es lo único que me hablara de ti, cuando se apaguen las luces, cuando se oiga el ultimo suspiro. Se supone que ya no vendrás, que olvidaras mi nombre una mañana y dejaras de buscarme. Yo todavía te encuentro cada tarde. Cuando el sol huye con mi reflejo, llega tu nombre con la luna... y me traes el eclipse.
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