Desperté un lunes y quise salir a buscarte, me puse el abrigo, toma la cartera y busque un mapa, de esos que tienen el nombre de todas las calles. Pero a mitad del camino olvidaba tu nombre, tu aroma y todo lo que hiciste por salvarme. Cada treinta minutos regresaba al punto de partida para recuperar la memoria y saber que es por ti que tengo el corazón malherido.
No he podido avanzar ni diez calles, he andado en círculos, me he perdido en los bares, en otras razones, en otras camas, en otros lugares. Me pregunto si alguna vez he querido encontrarte.
4 comentarios:
Qué dulce poema, lo que buscas lo encontraras en el corazón.
Un beso poeta!
Diana
Saludos Diana, que gusto verte seguido por aqui. No dejes de leerme.
El que busca siempre encuentra...bueh, eso decía mi abue.
Abrazo
Ave
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