miércoles, 6 de enero de 2010

MULTIPLICADO POR DIEZ

La noche se ha puesto algo triste desde que paró de llover, ya no pasan tantos buses, quizás porque es domingo después de medianoche, el sueño es solo un viajero que tarda en llegar. Mientras tanto me he puesto a pensar en ti, en los días que han pasado desde que te fuiste con la promesa de regresar, las noches son muy crueles a veces cuando llegan con el equipaje lleno de recuerdos.

Llegaste a mi vida sin haberlo deseado, pero dicen que es así como llegan las cosas más trascendentales, me ocupe de vivir una existencia lejos de toda culpa, de toda atadura o cualquier cosa que se le asemeje, pero en el instante que llegaste a mi vida fue cuando deje de correr. Tengo la certeza de que tu amor hacia mi es un accidente de la naturaleza, porque no merezco el lugar que me has dado, pero creo que eso es el amor, un constante accidente, porque no siempre amamos a la persona correcta, pero es justamente por eso que luchamos para llegar a ser esa persona correcta, el amor es una eterna injusticia de eventos sentimentales, donde el corazón enceguece la cabeza, es por eso que no nos podemos dar cuenta y seguimos adelante para sentir sus consecuencias.

Siento que después de haberte tenido en mis brazos, de que hayas habitado mi cama y mis amaneceres, las palabras escritas se dejan ver mas livianas y no llegan a estremecerte del todo, pero siempre te dije que mis labios nunca podrían igualar a mis manos, soy muy tímido para decir las cosas, es por eso que las escribo. Esta lloviendo nuevamente y la calle ya no es lo que era hace cinco minutos, ahora los techos brillan por la luz reflejada de los faroles, las escenas van cambiando, la vida va de prisa y no nos da mucho tiempo para pensar, es corta para no amar, corta para no deshacernos de las cosas inútiles y también es corta para no arriesgarse.

Llegaste a mi vida sin avisar, pero ahora que estas conmigo desearía que nunca te vayas, que te quedaras cerca para que sepas cuan correcto puedo llegar a ser por ti. Se que son solo palabras de un chico enamorado, pero debo confesar que no tengo nada mas. Y mientras leas estas líneas puedo imaginar que estas sentada en tu habitación contemplando la lluvia que también cae en tu ciudad, divagando en escenas que no puedo describir, soltándote el cabello, sonriendo un poco y quizás (este es mi mayor deseo), solo quizás puedas susurrar al viento: “A pesar de todo… te sigo queriendo”.

1 comentario:

Noelia dijo...

Así llegan las mejores cosas en la vida de improviso para sorprender al más indrédulo. Que te sigan llegando buenas este 2010!!


Besos


Noe