Nuestra historia era perfecta, tu tan lejos y yo tan loco, tu tan dócil y yo tan indomable. Intercambiamos papeles por una noche y luego ya no supimos quienes éramos. Y aun así nuestra historia seguía siendo perfecta. Quisiera escribir una noche de estas sobre envejecer juntos, sonreír juntos por el pasado lejano cuando nos conocimos. Pero mi memoria se va haciendo corta y no puede ir más allá del día de mañana.
Nuestra historia ya no es nuestra, la escribí en un papel, la metí en una botella y la lancé al océano, esperando que algún naufrago le pusiera el final esperado… ese final que yo no pude darle.
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