Voy recogiendo tus pasos, de aquel hotel cinco estrellas donde hospedaste tus caricias, de la plaza mayor que luce más fría sin ti, de la puerta de la catedral donde te negaste entrar por cuestiones de credo, de las calles que ganaban prestigio al verte pasar.
Voy recogiendo tus pasos uno a uno por Lima la horrible, aunque después no sepa qué hacer con ellos… quizás solo desee que me hablen de ti.
1 comentario:
Es privilegio de los ausentes eso de que alguien más recoja sus pasos. ¡Vaya contigo chico! Sigueme gustando leerte.
Tere
Publicar un comentario