miércoles, 6 de febrero de 2008

LA NOCHE Y TU

La noche empieza tan lentamente desde mi ventana, como queriendo esperar a que te marches de mi habitacion. Que recojas tu ropa, te pongas el abrigo y te coloques el anillo para salir por esa puerta. Mujer ajena que no supe retener, exploradora de mis besos y mis caricias, compañera de sabanas, amante de ocasion. La noche esta por empezar y no quiero perderme la fiesta. Me vestire y buscare otros cuerpos para olvidarte, me perdere en labios que no son tus labios, en brazos que no son tuyos... mujer ajena.
Las calles oscuras me hablan de ti, me recuerdan tus ojos opacos, tu sonrisa gris y a veces aquel llanto que no pude evitar. Siento que la gente me mira raro, como si estubiese incompleto, como si me faltara un brazo o una pierna, como supieran que no soy feliz. Y sigo mi camino sin rumbo, con la idea de encontrar a alguien distinta a ti que me demuestre que tus besos no son unicos, que alguien puede besar mejor que tu. Vaya manera de perderme de ti, extraña forma de decirte que no te quiero ver mas. Sin embargo cada paso que doy sobre esa acera humeda por la lluvia me recuerda a tu cuerpo. Aquellas noches en que jugabamos a la esgrima con nuestras bocas, donde me sentia un Jack Cousteau en tu mar casi inexplorado, dejando huellas a mi paso como un camino de regreso sobre tu cuerpo desnudo, dejando los miedos entre nuestras ropas, entonces si podiamos ser felices. Cuantas noches deberan pasar para poder olvidar tu nombre, tu rostro y tu aroma salvaje.
Aquel bar medio lleno me cobija esta madrugada, unas copas en la barra y una cancion en ingles. Alguien se me acerca, me pide un cigarrillo, pero yo no suelo fumar. me pregunta si soy de aquel lugar, si ando seguido buscando que pescar. Hay cosas que no son faciles de explicar, y es mejor dejar el silencio como mejor lenguaje. La bese frente a la barra, sus labios humedos y de color perpetuo se movian sobre los mios, Ella se sentia igual que yo, me lo dijeron sus besos. Su cuerpo me lo queria describir, y yo que habia llegado a lo mismo... No me pude resistir.
Llegamos a su cama, me disfrace de amante, le sonrei a la luna una vez mas y me marche antes que despierte. Anduve por aquel mismo camino mojado, nunca paro de llover, encendi un cigarrillo en homenaje a aquella mujer que me hospedo en su cuerpo por unica vez. Ni ella ni yo encontramos lo que buscamos. El amor suele ser un misterio que nos lleva la vida entera en descifrar, un acertijo incompleto, un laberinto de sensaciones que uno no termina en encontrar la salida, porque llega un momento en que ya no deseas salir. Te quieres quedar a sentir cada una de esas sensaciones que te ofrece. ademas, el amor es tan intenso cuando sabes que no durara para siempre.
La lluvia oculta aquellas calles oscuras, mis zapatos se humedecen de tanto caminar, Y llegando a mi habitacion encuentro la luz encendida. Estaba Ella sobre mi cama leyendo aquel libro de Lin Yutang que le regale, con ropa ligera y su anillo sobre el velador. Ella habia regresado para quedarse una noche mas, sobre mi cama, para jugar esgrima o al explorador... para intentar ser felices una vez mas.

1 comentario:

Mariposa dijo...

Necesito mas tiempo para leer al menos unos 5 textos y opinar de ti...
vendre mañana o el lunes pues.
Gracias por echar ojos en mi ventana con sabor a soledad.

UN abrazo desde méxico ;)