Me llevo entre los dedos las melodias de su cuerpo, los habitos de sus noches, los restos de su mundo. Su sudor dibujo temblores en mis manos y sus besos se caen bajo mi abrigo al andar por aquellas calles oscuras con sabor a olvido.
Sin remordimientos bajo la piel huyo de aquel lugar oscuro que hospedo nuestras almas, bajo mis pisadas no tengo nostalgia ni recuerdos. Solo las ganas de escapar de aquel mounstruo que llaman amor.
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