Entonces cae la noche con su manto de terciopelo azul, me acaricia las arrugas y me seca el sudor, aparta la luz solar de mis ojos para colocar la luna dos pasos detrás de mi para iluminarme sin molestar. Me q
uito los antifaces, escondo el cansancio en alguna calle sin nombre, me pongo el abrigo, enciendo un cigarrillo, respiro hondo sin hacer ruido y me pongo a andar sobre este mundo tan mundano, bohemio y pagano que es la noche… mi dulce noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario