Los días pasan y los calendarios son solo un pedazo de eternidad que se deshace con las horas, el sol sale por las mañanas sin ya siquiera saludarme, la luna cae sin preguntar por ti. Cuando será que vendrás, cuando te atreverás asomarte por aquella ventana a decirme lo mucho que me extrañaste y que te quedaras conmigo por el tiempo que sea necesario, para acompañar mí oscuro silencio que se ha hecho mas callado sin ti.
Han transcurrido veinte ocasos, tres eclipses, dos terremotos y un suicidio en masa, pero los diarios no hablan de ti en ninguna parte del mundo, nadie me da noticias tuyas. Pienso que la melancolía es más que un estado de ánimo. Es una muerte a plazos, un agonizar pausado esto de no tenerte, una pérdida total de sentido común que se desmorona de a poco, entre palabras que ya carecen de significado, entre frases que se vuelven ilegibles a medida que los calendarios caen hecho cenizas. Donde quiera que estés… ven a salvarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario