Esta oscureciendo muy rápido, el verano esta por irse pero deja un rastro lleno de atardeceres con cielo naranja, nubes sin forma que rodean el sol ya no tan radiante. Me detuve un instante para escribirte porque es la única forma de mantener un dialogo contigo, aunque no me leas, aunque no sepas que escribo.
Te diré que estoy bien, que me costo mucho sobrevivir a tu ausencia, pero pude llegar hasta aquí para poder decirte que estoy de pie. Conocí algunas mujeres, muchas talvez, algunas cuidaron de mi, me protegieron cuando fue necesario, me salvaron de caer mas hondo, algunas me amaron y esperaron que yo las amara igual, otras solo pasaron por mi cama sin dejar rastro alguno, recuerdo unos nombres, pocos apellidos, casi ningún numero telefónico, mi vida se volvió bohemia, pagana y hasta epicúrea. Conocí varias mujeres, pero pocas se quedaron, Joanna, Nimia y Lucia aun logran soportarme y están pendientes de mi aunque de manera distinta cada una, hacen mis días mas llevaderos.
Te contare que por las noches aun sueño verte llegar, posarte sobre mi cama y me dejas una sonrisa bajo la almohada. Fue difícil sobrevivir a ti, imagine que con visitar otras camas y probar otros cuerpos serian suficientes, pero nunca fueron suficientes. Aunque casi tenga la certeza de que nunca volverás, que ya nunca mas podré tocarte ni oírte decir esas cosas tan dulces, quedan espacios suficientes para albergar tus recuerdos, lo poco que dejaste al partir se ha mantenido intacto a través de los años. Y en noches como esta, viene la nostalgia en forma de soledad, me empuja a este viejo sillón y me dicta algunos párrafos de melancolía. Ha pasado tanto tiempo, estoy pie… pero sigo pensando en ti.
Te diré que estoy bien, que me costo mucho sobrevivir a tu ausencia, pero pude llegar hasta aquí para poder decirte que estoy de pie. Conocí algunas mujeres, muchas talvez, algunas cuidaron de mi, me protegieron cuando fue necesario, me salvaron de caer mas hondo, algunas me amaron y esperaron que yo las amara igual, otras solo pasaron por mi cama sin dejar rastro alguno, recuerdo unos nombres, pocos apellidos, casi ningún numero telefónico, mi vida se volvió bohemia, pagana y hasta epicúrea. Conocí varias mujeres, pero pocas se quedaron, Joanna, Nimia y Lucia aun logran soportarme y están pendientes de mi aunque de manera distinta cada una, hacen mis días mas llevaderos.
Te contare que por las noches aun sueño verte llegar, posarte sobre mi cama y me dejas una sonrisa bajo la almohada. Fue difícil sobrevivir a ti, imagine que con visitar otras camas y probar otros cuerpos serian suficientes, pero nunca fueron suficientes. Aunque casi tenga la certeza de que nunca volverás, que ya nunca mas podré tocarte ni oírte decir esas cosas tan dulces, quedan espacios suficientes para albergar tus recuerdos, lo poco que dejaste al partir se ha mantenido intacto a través de los años. Y en noches como esta, viene la nostalgia en forma de soledad, me empuja a este viejo sillón y me dicta algunos párrafos de melancolía. Ha pasado tanto tiempo, estoy pie… pero sigo pensando en ti.
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