Las horas van transcurriendo y ya debe irse a su casa, toma el bus que llega por la avenida principal, la ciudad del DF es un caos pero a Almiux no le importa, ella solo quiere llegar a tiempo a su casa para terminar sus dibujos, los paisajes inconclusos que alguna vez empezó. Encierra nombres entre corazones, iniciales de amores pasados, dedicatorias que nunca fueron leídas, porque el amor es así, entra sin avisar por la ventana para luego salir huyendo por la puerta trasera sin dejar escrito su destino.
Almiux no sabe que el amor se escribe con minúsculas, y somos nosotros mismos los que le damos la tonada y pronunciación precisa, no sabe que su tesoro mas hermoso es su corazón, aquel cofre fino donde alberga todos sus sentimientos, donde tiene escrito sus historias mas bellas, de amores que fueron y ya no están, de romances que pudieron ser y aventuras que nunca fueron. Almiux no sabe que mientras se oculta entre sus cuatro paredes para lamentarse de problemas imaginarios, yo estoy aquí escribiendo sobre ella... y sus bellas formas de dibujar la vida.