Ella se sienta frente a su computadora buscando poemas que hablen del silencio y del tiempo, su vincha acomoda su cabello desordenado que a veces revolotea alrededor de sus anteojos, la vida aun no le abre las puertas de la realidad y ella es feliz a su manera, esa dulce manera de ver las cosas por el sentido irreal de sus sueños.Se detiene un instante a mirar por su ventana y ve el tren de la vida pasar apresuradamente por debajo de su techo, ella tiene miedo subirse a aquel vagon que espera ver sus primeros pasos y darle la bienvenida, pero cierra las cortinas y sigue con su vida en este mundo lleno de problemas e imperfecciones. Su historia se cobija entre en la madrugada y sus ganas de amar aun no despiertan del todo, su corazon esta casi intacto pero sus ojos ya saben lo que son las lagrimas de la incomprension.
Encontró el poema que buscaba, lo copia en su diario y lo adorna de papeles de colores, sueña con principes azules, ciudades encantadas y brujas malvadas. Pero al caer la medianoche se adueña del momento, calla los poemas con todos sus versos y se limpia los ojos que se ven humedecidos por los golpes de sus sentimientos y en voz muy bajita casi en susurros logra decirse a ella misma... "Feliz cumpleaños princesa".
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