Nadie mas sabra que fui navegante en tu oceano, que me converti en pirata hasta cansarme de disfrutar tus tesoros. Nadie nunca entendera el idioma de tus silencios que dejaste al partir con solo un beso de despedida, ni tampoco podran ver las oscuras golondrinas que regresan de noche como los poemas de Becquer.
Guardaremos el secreto que habla de nuestros cuerpos desnudos dibujando reflejos a contraluz sobre las sabanas, nuestros labios secandose de tantos besos y nuestras manos temblando y ocultandose de la luna.
Y nadie sabra cuanto te quise, cuanto soñe que me quisiste y cuanto te quiero hoy en tu ausencia. Aquel secreto que invente para ser feliz se volvera ceniza y se perdera con la brisa del olvido. Entonces podre respirar tranquilo y podre caminar en silencio por tu calle sin esperar a que salgas por tu ventana, ni ver asomar tu sombra en mi camino, es que con el pasar del tiempo pronto ya ni nos veremos a los ojos, ni nos dirigiremos la palabra, nisiquiera sabremos que el otro existe... triste final para un bello secreto.
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