Cuando tus manos aterrizan sobre mí, me siento despegar, levantar vuelo sobre tibios aguaceros, mis pies ya no están sobre la tierra, las leyes de la gravedad conspiran para hacerme sentir especial, mi cuerpo te pertenece, mis agallas se derriten ante tu belleza y no hago más que suspirar mientras te desnudas muy despacio, detrás de los espejos que hoy no se sienten dignos de reflejarte. Podrás encontrar en tu otra vida mejor amante que yo?
Tu espalda no pudo encontrar mejor ángulo, tu perfume se va quedando en mi piel, ahora siento que me perteneces un poco, bajo este techo que alquilamos por una noche, escucho tus gemidos morir sobre la almohada. Nuestros sudores yacen perdidos sobre las sabanas, las paredes son testigos de la colisión que resulta entre mi imaginación y tu ego acrecentado. Sin embargo, no son nuestras noches las que más amo, ni el rozar de tu lujuria con la mía. Lo que más me hace feliz, es despertar contigo, saber que no estaré solo, que alguien más escuchará mis latidos cuando el sol se asome. Podré encontrar en esta vida mejor compañera que tú?
1 comentario:
Sí...podrás.
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