ROMPECABEZAS

Vas dejando caer a tu paso trozos asimétricos que riman con la rutina, por un instante he notado que nos transformamos en el camino, ya tus besos se han perdido entre ese tumulto de sensaciones frías y paganas. Sobre mi cama, donde antes oía melodías en do mayor, notas liricas saliendo entre cada espacio de tu desnudez, ahora solo habitan silencios. Ya no somos esas almas gemelas que se toparon en aquel café “Degrot” por los juegos del destino. Las distancias han jugado en nuestra contra y parece que los aviones tardaran en ayudarnos.

Hoy estoy dispuesto a vender mi alma al diablo, de sembrar flores donde antes solo había rocas, he comprado tres libros de poesía, dos de autoayuda y le he dicho a mi amiga Aura de Luna que te escriba la canción más hermosa del mundo. Estoy intentando hacer de la rutina una fiesta de emociones intensas, de nuestras charlas una fiesta de palabras y de nuestros silencios un espacio para extrañarnos. Hare todo lo que esté a mi alcance y lo que no, solo para que permanezcas a mi lado… aunque no estés conmigo.

HISTORIA DE UNA PRINCESA II

Y un día regresaste sin haberte soñado, yo que controlo hasta el viento que respiro, no supe prevenir tu llegada. Retomaste lo que alguna vez fue tuyo, incluso mi corazón, nunca pediste permiso, ese no es tu estilo, solo habitaste este vacío que estaba a punto de olvidarte.

Me enseñaste a escribir poesía, siempre fuiste una mujer de pocas palabras, tus gestos decían mucho más. Usaste mi alma para alimentar la tuya, hiciste lo que se te antojó con mi cuerpo bajo tus sabanas, mi orgullo se volvió un desecho oscuro ante el huracán salvaje de tu ego, sin embargo nunca lamenté que hayas regresado, para mí volviste a ser la estrella que me faltaba para sentirme iluminado.

Pero olvide tus reglas de juego, el amor eterno solo dura cien días. Una noche de Marzo dejaste mi cama fría y vacía nuevamente, te llevaste tus frases, tus aromas y tus imágenes. Cuando desperté, extendí mi brazo y tú ya no estabas, te habías perdido entre la niebla de aquel cruel invierno. Solo un papel había quedado sobre tu almohada, y unas últimas palabras que decían: “Solo quería sentirme amada de verdad por un instante y dios sabe que nadie me amara como tú… pero mis caminos van mas allá”.

ASI TE QUIERO

Me pides que explique este pequeño mundo que construí para habitar mis sentimientos, no soy tan hábil con las palabras, los diccionarios no me sonríen y me pongo a divagar entre redundancias que no llegan a decir nada. Perdona mi ignorancia acerca de los sensaciones del corazón, pase media vida sin identificar las sonrisas de los llantos, las caídas de los impulsos, los gemidos a los silencios. Hoy tratare de defender mi posición.

Te quiero como si fuese un principiante, me tiemblan las piernas si me llamas por mi nombre. Bajo tus ojos he visto caer tormentas, he terminando humedecido bajo el aguacero de tus labios, navegando en tus orillas termine hundido en el inmenso océano de tu ternura para decirme las cosas. Siempre fui vulnerable a la pasión. Te quiero como un principiante porque nunca se cual es el siguiente paso, solo se que no quiero separarme de ti. Deseo que mi cabello se vuelva gris sobre tus piernas y tus arrugas descansen sobre mi pecho, porque los años dirán la falta que nos hicimos estas noches de ausencia en tu cama y la mía.

Te quiero como se quieren las cosas ciertas, aunque empezaste como un sueño, haciéndote real mediante promesas de amor, juramentos infinitos y palabras que se grabaron en el pensamiento. Te quiero como un principiante que espera un manual para recorrer tu cuerpo, que el viento me explique como tengo que besarte, que las agujas del reloj me digan lo que debo hacer para amanecer en tus brazos. Te quiero de formas que hasta yo desconozco, en escalas mas altas, en perspectivas mas divinas, quizás porque a tu lado siento que estoy evolucionando. Por si deseas saberlo... así te quiero.

EL SUR TAMBIEN EXISTE

Joaquín y Facundo se detienen en una avenida del centro de la ciudad, miran a toda la gente a su alrededor pero la gente nunca los mira a ellos, son como invisibles en un lugar invadido por el ruido y el caos. Cada uno carga su propia historia sobre la espalda, Joaquín es el cuarto hijo de un padre que no los quiso criar y de una madre que no los puede criar, porque el dinero no alcanza, porque la vida es más dura a veces, Facundo sin embargo tiene a sus dos padres, pero no de la forma que hubiese deseado, mientras el papa se emborracha cuatro veces por semana la mamá nunca está con él de noche, porque a esa hora es cuando trabaja en esa calle oscura donde todas tienen un precio.

El color rojo en el semáforo les da la señal de que ya son hombres, hay que buscarse la vida como sea. Mientras Joaquín coge su trapo azul para limpiar el parabrisas de los autos, Facundo hace piruetas arriesgadas en la pista frente a todos los autobuses tratándose de ganar su simpatía. Nunca sonríen, para ellos la vida es algo serio y su trabajo un modo de supervivencia en ese mundo que aun no terminan de comprender. Llega la hora de estirar la mano o pasar el sombrero, pero para mucha gente ellos aun siguen siendo invisibles, solo llegan a contar seis monedas pero no se desaniman, piensan que a la próxima les irá mejor, porque alguien les dijo que la esperanza es lo único que les iba a quedar después de todo.

El color verde en el semáforo los regresa a su realidad, los autos sigues su marcha y Joaquín se deja caer sobre Facundo, este le tira un poco de agua en la cara, forcejean libremente hasta caer sobre el césped que está en medio de las autopistas, Facundo le quita el zapato a Joaquín y lo lanza lo más lejos posible, este arranca un poco de césped y se lo mete por la espalda a su amigo mientras los dos caen al suelo muriéndose de la risa. La vida les sonríe aun dentro de su pequeño mundo. Pueden ser felices aunque sea por cinco minutos siendo lo que son, Joaquín apenas tiene seis años pero que ha llorado más veces de lo que ha reído, Facundo tiene ocho y espera algún día sonreír con el alma. Ambos desean con todo el corazón, un día dejar de ser invisibles.

El semáforo vuelve a mostrar su color rojo, los autos se van deteniendo, Facundo y Joaquín guardan su niñez en el bolsillo junto con sus risas… es hora de ser hombres.

HISTORIA DE UNA PRINCESA I

Saliste de tu reino para ver como el mundo giraba sin ti, como la gravedad y las demás propiedades de la física seguían rigiéndose de la misma forma. Nada ha cambiado en el planeta… aparentemente.

Bajo el suelo firme el corazón de los hombres si ha tenido cambios, en los poemas de Sabines y Benedetti a la palabra mujer se le ha notado cierta disminución en intensidad. Has dejado de ser el centro de la galaxia de una manera tan brusca que para algunas almas aun se nos hace difícil de creer. Aquella princesa de los mundos perdidos, la que jugaba a la pasión dentro de sus propias reglas, la que recibía todo y solo devolvió la mitad, aquella que nos enseño que el amor eterno solo dura cien días, se siente caprichosa del tiempo alegando que su belleza va mas allá de los calendarios.

Y tiene razón en ser así, porque desde que se fue nosotros ya no somos los mismos. Entre mis noches de soledad trato de recordar un poco de su piel para escribir un poema, recojo sus frases que dejo caer sobre mi cama para intentar explicar su partida. Sigo girando con este mundo que sin ella solo vuelve a ser otro cuerpo celeste y conservo su aroma a margaritas por si una noche, después de tantas noches… se atreve a regresar.

REFLEJOS DEL AMOR

Me detengo a mirarte y me doy cuenta que te pertenezco un poco, que una parte de mi se ha ido contigo. Mi vida ha dejado de ser completamente mía. Inmediatamente busco un espejo para poder reflejar mi humanidad tal como debería ser, y me enfrento a la extraña realidad de que ya no soy el mismo de ayer, que ahora veo un poco de ti en cada poro de mi cuerpo…debo reconocer que a veces el amor me hace temblar.

SUEÑOS DE PAPEL

Te vi llegar por el pasadizo que da a la cocina, tenias un delantal rosado y una falda a cuadros, sobre tus manos una bandeja de dulces recién horneados, el reloj marcaba las diez de la noche y ahí estabas tú, con el cabello medio gris sujetado hacia atrás, las manos con dos anillos, tres pulseras y unas cuerdas de colores que al cruzarse formaban códigos de sabiduría. Estabas tan bella, aun podía sentir tu perfume que se hizo memorable aquella tarde que te encontré en mi camino.

Los calendarios habían hecho lo suyo, pero tu mirada se mantuvo intacta al paso de los años, seguías mirando con esos ojos caramelo y dabas esa sensación de tenerlo todo bajo control. Te sentaste en el sofá y un brazo cubrió tu espalda para protegerte del frió, los niños dejaron de hacer ruido, ya se quedaron dormidos, ahora es la lluvia que suena detrás de la ventana, pero tu estas muy protegida y no tienes nada porque temer. Un beso se deja caer sobre tu frente. Anoche pude soñarte en un futuro no tan incierto, sin embargo logré sonreír en silencio al saber que después de tantos años porfin llegaste a ser feliz... aunque ya no sea conmigo.

SIGNOS ZODIACALES

En la radio dicen que tu signo y el mío no son afines, que la incompatibilidad de caracteres es inmensa, que si me animo a acercarme a ti los astros no estarán de nuestro lado. Inmediatamente abro cincos páginas web donde pongo nuestros signos zodiacales en una especie de balanza para saber qué futuro tenemos, pero el saldo es un apabullante cuatro a uno. Parece que el universo conspira en un mañana que no está hecho para nosotros.

Hoy cumplimos un día más juntos, he decidido contarlo por días para que el número sea más extenso y me llene de orgullo cuando tarde al pronunciarlo. Te llame por teléfono y solo al oírte decirme “Hola mi amor” me di cuenta que no me importa el futuro, que nuestro presente es más intenso, que las cosas que me dices no se terminaran hoy ni al día siguiente… y con eso me basta para vivir.

VIENES NACIENDO

Llegas naciendo cada minuto de la vida, cada vez mejor, siempre con mas ganas y curiosidad del por que de las cosas, eres esa bella flor que Dios sembró en mi jardín, para que yo la pudiera regar cada instante de mi vida. Pude ver nacer cada uno de tus pétalos, vi como tomaba color a medida que le caían las gotas de mi lluvia, pude ver como se marchitaban algunas, producto de nuestras etapas de la vida. Porque cada uno de nosotros somos como flores, buscando tierra fértil donde podamos crecer, necesitamos del líquido vital para poder seguir desarrollándonos, le mostramos nuestros pétalos al mundo, nuestra infancia, niñez y adolescencia van creciendo y muriendo conforme vamos avanzando en la vida. Nuestros caminos no se detienen, eres un pedazito de mi futuro pero con otros ojos, como has crecido mi nena.

Pero para mí, tú sigues naciendo cada minuto, cada minuto te siento en mis brazos y me dices tu primera palabra, palabra que podría ser distinta cada día, yo como madre voy perdiendo la memoria y olvido la anterior. Tus alas van creciendo, algún día aprenderás a volar sin mi compañía, pero ten presente que este nido siempre estará dispuesto a cobijarte, a retener tu crecimiento por un instante y poder tenerte conmigo como en tus inicios. Llegas naciendo cada minuto de la vida, pero ahora hagamos un trato con el tiempo… y disfruta tu juventud.

Feliz quince años nena

HOY SOÑE CONTIGO

Me imagino tu llegada, se que vendrás una mañana de Enero, cuando nadie aun despierte, cuando el sol intente escribir tu bienvenida. Te imagino llorando melodiosamente a contraluz de una ventana, pidiendo ser nombrado por el viento de una voz que se quiebra en silencio. Te acomodaras a mis manos, a mis labios y a mi alma, dibujaras mariposas en mi pecho y centellas en mis ojos. Iras deshaciendo tus alas de ángel para no ser reconocido, te harás humano en tan solo tres días, para acompañar mi canto que será un canto de cuna, una canción que hable de estrellitas, duendes y cajas de madera.

He soñado con tus manos, con tus pies pequeños y tu piel intacta, he visto que despiertas cada tres horas y me he puesto a temblar de solo pensar que no estaré la próxima vez que lo haces. He dejado de ser yo para empezar a ser tú, me quite los hábitos, la valentía y la locura, para envolverme en tu rutina de gritos de madrugada y sonrisas matutinas. Y me ha gustado. A pesar de que solo fuiste un sueño, he visto lo que seria una vida contigo, así que no tengas miedo en hacer ese viaje largo, no tardes en venir... que dos corazones esperan por ti.

ELLA Y EL

Ella se inventa una tregua, un escape a la rutina de lo pasado, prefiere olvidar su mano izquierda donde tenía un anillo, su álbum de fotografías, sus gestos de incertidumbre frente al espejo.

El escribe su vida con mayúsculas, ha sembrado a lo largo del camino esperando algún día cosechar. Aun respira, se lo comprobó las mañanas que lo despiertan, pudo sobrevivir a los amores pasados, a las despedidas tristes, a las promesas de amor que ya ni recuerda.

Ella existe como suelen existir las mujeres, dejando sonrisas a su paso, porque la vida es un eterno coqueteo con la locura, porque hay que seguir viviendo a pesar de los tropiezos, ella lo supo entender con el tiempo. Como nos cuesta entender algunas cosas.

El sale cada fin de semana buscando aventuras que al día siguiente desaparecerán, prefirió el camino más largo al olvido, sin embargo su memoria tropieza con nombres, fechas en rojo, lugares prehistóricos, enciende un cigarrillo, bebe un sorbo de martini y voltea la pagina.

El azar a veces es un caballo sin riendas, otras un vil villano en sano juicio dispuestos a desordenar nuestra agenda, no sabe de sentimientos pero los manipula, no entiende de coincidencias pero los inventa, hace caso omiso a las reglas de tiempo y espacio, solo juega a ser Cupido sin tener arco ni flecha, pero al final de las historias nunca nadie lo juzga.

Ella intentaba ser feliz en una ciudad de Monterrey, Él creía serlo bajo las noches frías del DF. México parece ser un lugar lleno de historias, confesiones de amantes perdidos, una fuente inagotable de palabras que van buscando su cauce natural, el amor.

Ella abre su ventana del msn y ahí estaba él, como si fuese un deseo concedido a su soledad, para compartir su silencio mediante palabras que digan más de lo que parece.

Él nunca la pudo olvidar, siempre la supo prohibida desde que se caso hace cuatro años, ahora que está sola nuevamente le tiende un puente a su vida. Ella acepta cruzar ese puente.

Ambos recuerdan nombres, fechas en rojo, lugares prehistóricos, sienten que sus corazones por fin empiezan a latir, se pierden en charlas interminables de madrugada, hacen nuevas promesas (quizás sean las mismas pero no lo notan), buscando escribir su nueva historia, en Monterrey o en el DF. qué más da, lo importante es no estar solos... Y nunca ser juzgados.

MI OTRO YO

Me prometiste un encuentro, dos besos, tres mordidas y cuatro pecados confesables. Acompañar mis noches con aventuras de novelas tétricas, con ligeros cargos de conciencia de tu pasado inhumano, que por ratos pretenden regresar en un futuro. Me dijiste que no eres real, que solo eres un invento mío para darle por su lado a la locura que me visita cada tarde.

Sin embargo te extraño como si fueses mi vieja camarada, como si fuésemos el dúo dinámico del pecado y la lujuria. Donde quiera que andes, no tardes en volver, mis noches tranquilas están a punto de marcharse y no quiero estar solo.

CITA A CIEGAS

- Hola me llamo Esteban, tengo treinta años, soy alto, uso anteojos y me gustan los libros.

- Hola me llamo Lisbeth, tengo veintinueve, soy maestra, me gusta bailar y escribir poesía los viernes por la noche.

- Hoy es viernes, puedo invitarte un café, y luego quizás caminar por la playa, hablar de ti, de mi y talvez de un nosotros.

- Me gustaría mucho, que te parece si nos vemos a las ocho, en la esquina del Obelisco, en el café "Media Luna".

Esteban llego al café quince minutos antes de lo pactado para jugar al soñador, imaginando que cada chica que entrara al café seria la mujer de sus sueños, el amor de su vida que tanto esperó. Cada falda que se asomaba le provocaba una intensa aceleración de sus latidos, cada mujer que llegaba era para él su ultima oportunidad de ser feliz. El tiempo transcurría miserablemente y aquella muchacha amante del baile y la poesía jamás se asomó a aquel café modesto, de luces tenues y cuadros antiguos.

Mientras la noche agonizaba afuera, Lisbeth se siente cómoda en su viejo sofá, aun contenta con su soledad que por ahora no la oprime, deseando que nada cambie en su rutina, temiéndole todavía a los huracanes que llegan adheridas a esa enfermedad que llaman amor. Ella aun es feliz sosteniendo su libro de poesía, cancelando citas a ciegas, espantando los sentimientos mas sublimes, inventando historias felices en sus poemas que algún dia se estrellaran en su rostro y le dirán... "por que no huiste cuando tenias oportunidad".