viernes, 11 de septiembre de 2009

MIZPAH MUSA

No se me ocurrió nada para escribir esta noche, pero sabia que tenia que escribir hoy de todas maneras, era como una de esas promesas que todo hombre que se respete debe cumplirle a su conciencia, incluso se me permitía hablar de mil cosas sin decir nada con tal de escribir esta noche. Rebusco sobre algunos textos de Garcia Marquez y me ponía a pensar que si yo fuera el “gabo” de que escribiría hoy? Las respuestas fueron inconclusas, primero porque yo nunca seria el “gabo” y segundo porque esta noche las ideas viajan muy despacio sobre el cielo de las musas.

Podría hablar sobre los amores pasados, las veces que uno caminaba a oscuras de la mano de aquella mujer que siempre sabia a donde ir, los instantes en que uno se refugiaba en sus brazos y sentirse protegido del mundo exterior, podría hablar también de las veces que uno pide perdón por ser como es, de las lagrimas que dejamos caer pero que nadie logra ver, pues encerramos nuestros sentimientos entre cuatro paredes y con luz apagada. Y también podría hablar de las despedidas que no dan tiempo a los arrepentimientos, cuando alguien te dice “adiós” es porque se quiere ir y no hay forma de retenerla, aunque el amor haya cruzado la línea, aunque el corazón haya despertado al escuchar su voz.

Tenía que escribir hoy porque si lo hago mañana no seria lo mismo, pues esta noche no es cualquier noche, alguna vez soñé con abrazarte y besarte en un día como este, pero mírame ahora aquí, tratando de escribir sobre tu ausencia y los recuerdos que dejaste a pesar del tiempo. Ahora no me queda nada tuyo, ni siquiera una postal que explique que algún día estuviste conmigo, te volviste en una historia que ya nadie me cree, en una mentira que tuve que inventar para ocultar la verdad, pero nadie sabrá que ambas cosas son lo mismo, tu serás mi verdad pero para los demás siempre serás una mentira. Se que ya te casaste y que eres feliz, que en tu memoria ya no hay espacio para mi nombre ni tiempo para oír mi voz, y supongo que algún día yo también te podré olvidar, algún día me volveré sordo al oír tu nombre y ciego al verte pasar por la misma vereda, mientras tanto sigo aquí con las ganas de abrasarte y besarte y decirte al oído el motivo del porque hoy estoy escribiendo. Me gustaría tenerte conmigo y decirte… Feliz cumpleaños musa.

2 comentarios:

Teperepe dijo...

Y también podría hablar de las despedidas que no dan tiempo a los arrepentimientos, cuando alguien te dice “adiós” es porque se quiere ir y no hay forma de retenerla, aunque el amor haya cruzado la línea, aunque el corazón haya despertado al escuchar su voz.

Todo tu escrito me deja algo, pero este párrafo lo dice todo.

En esta noche de nostalgia René, en la que la esperanza anda perdida en la infinitud de un cuerpo ajeno, hago mi paso por tus líneas solo para abrazarte en la distancia.


Tere

MIZPAH dijo...

Estoy convencida que un pedacito del corazón que en su día te perteneció (aunque el mundo sólo crea sus mentiras) anhela volver a escuchar el eco de tu "te quiero".
Creo que un "adiós" sólo se le dice a un muerto (o a aquella situación que lo asemeje).
MIZPAH es nuestra mejor despedida.
;D
Un PLACER leerte...