Caminando por una de las tantas calles oscuras que tiene Lima, me detengo en una esquina para leer un aviso que habla de una bruja que adivina el futuro, dice aquel cartel que la bruja "Casandra" puede adivinar tu pasado, presente y hasta el dia de tu muerte. Yo nunca he creído en brujas ni en predicciones, pero por si las dudas nunca dejé que nadie me leyera las manos, no quería que alguien me arruine la fiesta antes de tiempo. Pienso que el futuro no le interesa a nadie, esas cosas uno tiene que vivirlas sin que nadie les cuente, así que en tono burlón solté una sonrisa y di media vuelta. Cuando voltee para seguir mi camino me tope con una anciana que me pedía unas monedas, intente no hacer caso, pero luego de tanta insistencia saque tres monedas de mi bolso, las puse sobre su mano arrugada y corroída por los años, fue en ese momento en que me tomo muy fuerte del brazo, apretó sus dedos sobre la palma de mi mano y con un gesto de furia y tristeza me dijo: "te quedan nueve años de vida, vívelas como quieras, al final de ese tiempo, yo regresare por ti".
No pude reaccionar de prisa, solo recuerdo que caí desplomado al piso y me faltaba el aire. Cuando recupere la razón, no había nadie a mi alrededor, estaba pálido y asustado, pero aun así retome el camino intentando regresar a mi casa. Al llegar me encerré en mi habitación, pasaron las horas y al fin logre dormir. En mis sueños pude ver otra vez a aquella anciana, de mirada fría y triste, que se asomaba a mi ventana y me lanzaba aquella predicción que me había llenado de tanto miedo. Pero esta vez me dijo mas cosas, me dijo quien era, de donde venia y como se llamaba, también me dijo como seria el día en que ella regresaría por mi y a donde me llevaría.
La vida toma su curso de manera inexplicable, el azar juega en silencio a la certeza y el futuro solo es un pedazo de eternidad que se diluye con el viento. Yo ya no se que será de mi mañana, o si las alegrías serán poco o muchas, solo se que me quedan nueve años. Escribiré todo lo que pueda, inventare muchas historias y tratare que todas tengan finales felices, tomare mas riesgos, dibujare mas paisajes nocturnos, bebere mas copas, vere mas lunas y besare mas bocas. Entonces cuando me llegue el momento, estaré listo para ahogarme en el silencio eterno, hundirme en el pozo de la oscuridad, estaré listo para encontrarme con aquella anciana de mirada rencorosa y triste... con mi dulce amiga "Casandra".
No pude reaccionar de prisa, solo recuerdo que caí desplomado al piso y me faltaba el aire. Cuando recupere la razón, no había nadie a mi alrededor, estaba pálido y asustado, pero aun así retome el camino intentando regresar a mi casa. Al llegar me encerré en mi habitación, pasaron las horas y al fin logre dormir. En mis sueños pude ver otra vez a aquella anciana, de mirada fría y triste, que se asomaba a mi ventana y me lanzaba aquella predicción que me había llenado de tanto miedo. Pero esta vez me dijo mas cosas, me dijo quien era, de donde venia y como se llamaba, también me dijo como seria el día en que ella regresaría por mi y a donde me llevaría.
La vida toma su curso de manera inexplicable, el azar juega en silencio a la certeza y el futuro solo es un pedazo de eternidad que se diluye con el viento. Yo ya no se que será de mi mañana, o si las alegrías serán poco o muchas, solo se que me quedan nueve años. Escribiré todo lo que pueda, inventare muchas historias y tratare que todas tengan finales felices, tomare mas riesgos, dibujare mas paisajes nocturnos, bebere mas copas, vere mas lunas y besare mas bocas. Entonces cuando me llegue el momento, estaré listo para ahogarme en el silencio eterno, hundirme en el pozo de la oscuridad, estaré listo para encontrarme con aquella anciana de mirada rencorosa y triste... con mi dulce amiga "Casandra".
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