martes, 7 de octubre de 2008

CITA EN EL BAR

Llegue media hora tarde a pesar que hice lo posible por no tardar mucho, pero el trafico de los buses y el camino lleno de gente no me permiten ser puntual. Y cuando llegue a aquel bar ya estaba casi repleto, pero había una mesa donde estaba aquel amigo al que no había visto en mucho tiempo, tenia ese saco rojo que era muy notorio y el cabello largo amarrado hacia atrás, le pregunte si ya había llegado nuestro otro amigo pero me contesto que parece que tardara mas de lo previsto, ambos coincidimos que nunca esta en el momento adecuado ni cuando mas se le necesita.
Media hora después llego aquel amigo, caminando silenciosamente entre la gente que ni se entero que él estaba ahí. Vestía aquella camisa blanca que siempre suele llevar a las reuniones y el cabello corto y bien peinado, llamamos al mozo del bar y pedimos tres cervezas a cuenta mía. La noche aun empezaba y mis amigos parecían divertirse mucho, ambos coincidían en muchas cosas, incluso ambos se unían para hacerme algunas bromas pesadas y no parar de reírse. Quien diría que dios y el diablo se llevaban tan bien.

La noche aun empezaba y tres mujeres hermosas se acercaron a nuestra mesa para compartir unas copas, el diablo siempre tan alegre pidió mas copas y dios se ponía nervioso ante la belleza de aquella chica que se sentó a su lado y no dejaba de mirarlo (es lo malo de no salir muy seguido de noche, pierdes un poco el tacto). Mientras el diablo ya estaba lleno de copas y no paraba de hablar, dios comentaba que ya era muy tarde, que era hora de irnos, pero lo callamos de inmediato y pedimos mas bebidas, lo obligamos a divertirse aunque sea por una noche, ya que tenia tanto trabajo que nunca se preocupaba por tener una noche de placer.

Después de tantas copas recordé que dios nunca me cae bien cuando se pasa de tragos, siempre esta diciendo que el tiene la razón en todo y que es el mas inteligente de nosotros tres, incluso hay momentos en que nos reta a las vencidas para comprobar que es el mas fuerte de todos y entonces nos damos cuenta que ya es momento de dejar de darle los tragos. En cambio el diablo es casi todo lo contrario, se pone muy divertido y hace mil bromas con tal de hacernos reír, blofea claro, pero es su naturaleza y nosotros lo hemos conocido así, finge ser diferentes personas, tomas muchas personalidades y cada una es mas graciosa que otra, teniendo en cuenta que las dramatiza mas de la cuenta por tantas copas que ha bebido. Sin duda alguna uno siempre termina divirtiéndose con ambos en una cita de bar. Es como tener el ying y el yang en la misma mesa.

La noche agoniza con los primeros rayos de sol, ya no somos los mismos que entramos antes de la medianoche a buscar diversión, ahora somos tres ebrios que dicen ser dios, el diablo y la locura... obviamente que nadie nos cree.

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