Me dejaste un disco de Calamaro sobre el velador, dos besos esperando en la cama, tu perfume en la puerta a punto de despedirse, tu nombre bajo la almohada con la única clausula de no pronunciarla mas de tres veces en una noche. Me dejaste un sueño a mitad del camino, un poema inconcluso, un nudo en la garganta que me hace guardar silencio. Me dejaste una vida por vivir, sin el manual de como aprender a respirar sin ti.
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