Te esperé tres noches y una mañana frente al mar, no supe a donde ir hasta haberte encontrado primero. He querido pegar tu foto en cada poste, en cada árbol, pero tenias tantos rostros que pensé que así nunca nadie podría encontrarte. Como podrían saber que rostro tiene la rebeldía, la indomable sensación del olvido, la inconsistencia y el miedo a vivir sin amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario