El alcohol es mi eterno compañero, el que sabe mis secretos, el que no me desanima cuando le cuento mis sueños, el que me visita a escondidas a pesar de las recomendaciones de los médicos, el que me ayuda a escribir cuando no tengo más que un lápiz y un silencio. El alcohol es ese viejo alcahuete que oculta mis defectos, que me ayuda a mentir a las mujeres, el que cuida mi espalda cuando duermo, el que predice mi futuro nada alentador. Sé que moriré un día no muy lejano, que me enterraran en contra de mi voluntad, cuando dije muy claro que quiero convertirme en cenizas, sé también que dejare frases memorables entre los amigos, un manual de mis experiencias, para que sepan todos “como no se debe vivir”. Pero cuando escuchen que aquella frase poderosa la escribí yo, todos dirán… “Y ese pobre borracho que sabia de la vida?”
No hay comentarios:
Publicar un comentario