
Edisón es mi sobrino y yo lo quiero mucho, a veces le compro sus juguetes, lo ayudo a hacer sus tareas y también comparto sus juegos. Aprendo a ser padre con el, le doy las respuestas que siempre anda buscando, lo protejo cuando siente que esta solo y soy su cómplice cuando hace alguna travesura. Me hubiese gustado ser su padre, estaría muy orgulloso de serlo, es un niño muy tierno y lleno de miedos como todo chico de su edad, pero eso lo hace mas humano.
Hace unos días me pido que le componga una poesía para concursar en su escuela y no pude negarme, tuve que recurrir a todos mis recursos pero al fin lo pude terminar. Y ahora estamos aquí frente a todos los padres que vinieron a oír a sus hijos como han aprendido sus poesías y yo me siento un padre mas. Edisón se saco las manos del bolsillo, saludo a todo el publico presente empezando por la directora y terminando por sus compañeritos, alzo un poco la voz para recitar su poesía, las tres primeras estrofas las dice muy bien pero se traba en la cuarta, parece que se le olvido de puros nervios, pero toma un poco de aire y vuelve a empezar la estrofa para decirla completa y termina con un agradecimiento a todos. Los aplausos no se hicieron esperar y sus maestras se quedaron muy sorprendidas que Edi haya recitado cuatro estrofas cuando ellas solo habían pedido memorizarse tres. Mis manos nunca estuvieron mas felices para aplaudir que ese día, el pequeño lo hizo muy bien y supo encaminarse cuando se sentía perdido y eso me hizo sentir mas orgulloso. Lo abrace y le dije: "Lo hiciste bien" le di un beso, el también
