Buenos Aires es como contabas. Las calles multicolores adornando la mañana, las casas de arquitectura antigua, el olor a mate en las reuniones entre amigos. La avenida Moreno que te lleva al estadio de los Cuervos, la estación Gardel disfrazada de tango, el monumento al fútbol que es "La Boca". Es como si estuvieras aquí, pero no estas aquí. Y no se donde estas.
Entrar al Ateneo y coger un libro de Girondo, sentarse a leerlo entre la gente, sin que nadie te moleste, buscar un disco de Bunbury, milongas de Yupanqui, lo último que nos dejo la negra Mercedes Sosa. El Ateneo es literatura y música, es como soñar despierto y vivir para contarlo.
Siempre decías que nuestros caminos no se volverían a cruzar, que era mejor quedarnos con ese recuerdo de cantar a gritos " el che y los Rolling Stones" en la Plaza central. Todo lo demás fue historia. Nada de lo que fué importa. Y lo que pudo ser va tomando forma, junto con las promesas de madrugada entre dos copas de ron. Y ahora solo me pregunto donde estas.
Me guardo tu locura en una cruz tatuada, tu mirada risueña que se durmió muy pronto, tus senos ardientes y tus labios indecentes. En tantos lugares te busqué, caminando por el río de la Plata, en los teatros, en el cabaret, en San Telmo y las estaciones de tren. Y nunca te encontré.
Buenos Aires es como contabas, anoche fui a caminar, y en la plaza de mayo me dió por llorar, y me puse a gritar...donde estas?...
1 comentario:
Donde te escondes después de tanto tiempo.
Un abrazo
Tere
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