Ella abre los ojos y mira la luz detrás de su ventana, jala las cortinas, respira hondo, sonríe, voltea al espejo y dibuja un corazón. Pinta el calendario el día de hoy que es su cumpleaños, suspira, "Como pasa el tiempo. Hoy vuelvo a nacer" piensa.
Ella se pone el vestido, mira sus carteras, escoge un color, cabello hacia atrás, zapatos altos, como mirando el sol, pulsera de plata, con el nombre grabado alrededor. Ella camina tranquila por Plaza Constitución, toma un taxi buscando destino, será el "Conga", " La Perla" o la "Última estación". La noche no sabe de escrúpulos, ni limites, la noche solo busca demonios, infiernos y a veces, solo a veces algo de redención.
Ella encontró el amor ahogándose en una copa, disfrazada de sonrisa, en aquel invierno que era su vida. Una conversación, dos martinis y tres coincidencias. No hizo mas preguntas, no quiso saber de donde vino, a veces es mejor pensar que las cosas llegan en su momento. Y es que el amor al igual que la muerte siempre llegan a tiempo.
Ella lo acompaño con engaños por el camino oscuro, no tuvo miedo hasta verlo venir, un golpe en el cuello, jalón del cabello, su alma herida no supo que decir. Cosas de la vida que nunca entendió, en este mundo de hienas, el amor de pronto se vuelve dolor.
Y aquella noche, en algún lugar, de cualquier ciudad ...ella cerró los ojos.
En la marcha #niunamas en alguna plaza de Buenos Aires
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