miércoles, 4 de noviembre de 2015

HABÍA UNA VEZ UN PASADO

Ella mira la vida detrás de un vidrio, abrigada en su silencio, su soledad, rodeada de historias vividas pero que ya jamas serán contadas. 

Adentro todo tiene colores del pasado, el respirar es mas lento, los huesos tibios. Afuera la lluvia cae en la Av. Gral Paz, la autopista es un carnaval de autos veloces y los arboles flamean mientras se humedecen.

Adentro del vidrio el reloj te dice que es tiempo del retiro, el televisor avisa que habrá ligeros rayos de sol al atardecer y en la radio suena "Tumbas de gloria" de Fito Paez. El presente lo es todo y el futuro solo un sueño eterno.

Buenos Aires se pone gris en estos días del año, las banderas ven la luz y las calles se llenan de un patriotismo entrañable. 

Me retiro de aquel lugar y solo puedo pensar en ese vidrio, en aquella ventana que separa a la vida del recuerdo como si fuesen los dos extremos de una misma moneda.

La lluvia en Buenos Aires me hace amar mucho mas esta ciudad, después de todo.....uno es lo que ama.


Desde un asilo, en algún lugar de Buenos Aires.

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