miércoles, 4 de noviembre de 2015

SIGO VOLANDO

Nunca me gustaron los aviones, eran como monstruos que se perdían en el viento para quien sabe si volver. Los aeropuertos eran una historia de despedidas de nunca acabar. Mucha gente que deje ir nunca mas regreso. Desde niño entendí que nada dura para siempre.
Llegan unos boletos con una nota que dice: "Te esperamos, esta también es tu casa". Busco mis maletas y preparo una despedida para mi madre, que siempre reza por mi. Llevo unos cuadernos, el alma en la mochila y el corazón partido en dos...esperando su otra mitad. 

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