Ella lo amaba como amaba su bandera, sin fronteras, sin escalas, con solo eso que el corazón conoce. Con sus defectos y esos arranques que a veces lo mandan al carajo.
El decía amarla de una manera extraña, como mucho hoy, pero poco mañana. A veces eclipse y otras luna llena. Pero la amaba con toda su alma, aunque a veces no basta y esa alma se pierda en la noche.
Ella le pide quedarse, hasta el día siguiente y después "ya se verá". Cocinar juntos, ir al teatro después de amarse, abrigarse de la lluvia con solo un abrazo en medio de la gran ciudad.
El solo la besa, provocando su silencio. Como explicarle que su corazón anda dormido?, soñándose muy lejos de ahí, quizás con otros labios, tal vez con otro nombre, mas sabio, mas viejo.
La noche deja espacio para caminar, ver el río de cerca, fumar un cigarrillo, tomarse de la mano, dibujando un puente entre sus países, entre sus historias. El amor es parte del hoy. Y mañana... ya se verá.
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