Hoy tire tu recuerdo en la habitación vacía de mi casa y escondí la llave, necesito respirar un poco de otra gente, hacerme el necio visitador de amantes, eterno buscador del veneno que sacia la sed de los fugitivos. Hoy no quiero ser perseguido, no quiero apuntarme con un arma y suplicar que soy inocente.
Deseo sentir el viento a mi favor, bajarme en la estación que me plazca, disfrazarme de mi mismo, gritar al vacío que sigo siendo dueño de la noche, el animal nocturno que reposaba en su sombra.
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