En aquel último grito, serás mi invitado de honor, te sentaras en primera fila y te dedicare mi mejor escrito. Mientras aullaban los lobos yo sabía que vendrías, no sé cuanto ibas a tardar pero tenía la certeza que llegarías con tu capa negra y sombrero siniestro, buscándome una sonrisa, y yo te la iba a dar como bienvenida. Alguna vez te conocí con nombre de mujer, alguien te bajo del firmamento y te confundió entre los signos zodiacales.
Vives dentro de mí pero aun no llegas, o quizás aun no te encuentran, pero estas ahí, naciendo en silencio, muriendo a cuentagotas, mientras tanto, pido permiso para respirar esta noche.
1 comentario:
Espero estar interpretando erroneamente tus versos. O que solo sean eso... versos melancólicos de una alma solitaria.
Bezozzz y te sigo leyendo....
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