Ella ahora sonríe más que ayer, habla de reuniones familiares, fiestas en casa de playa, eventos sociales de trajes y etiquetas, cuando la abrazan se siente protegida, como la joya más preciada que cualquiera sería capaz de robar. Ahora puede ir al cine cada fin de semana, puede llorar en un hombro que siempre estará pendiente de ella, es el sueño que siempre quiso, es lo que siempre busco desde que le hablaron del amor.
Pero de vez en cuando se acerca a mi ventana, intenta hablar conmigo, dice que me extraña, que a veces le dan ganas de tomar un avión y buscar un encuentro. Pero las cosas no son tan sencillas, sé que al día siguiente volverá a su vida formal y acomodada, porque a estas alturas ya no es recomendable complicarse la vida. Ella entiende que nadie la amara como yo, por eso sonríe cada vez que me dice hola y se pone a llorar cuando me dice adiós.
4 comentarios:
No sabes cómo entiendo éste escrito...creo es mi historia.
Un abrazo
Aquí, reportándome...jeje, la fan no. 1 de tu blog. Mira que sigue siendo mi blog favorito...eh?
Saludos René
TEre
Me gustó leerte, ya sabes cuando puedo vengo a dejarte mi huella.
Cordialmente.
Rocío
No ay que dejar que las distancias acaben con nosotros, ay que tirar pa delante, por más lejos que estén siempre verán la misma luna.
Un saludo.
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