Extraño las copas de vodka con las amigas que viven a la vuelta de mi casa, extraño el humo de sus cigarrillos entrando a mis pulmones mientras me cuentan sus aventuras, extraño la buena música y los bailes que me daban burlándose de que nunca aprendí a mover los pies, extraño sus besos, sus bromas, sus “malas costumbres”. Se supone que no debo extrañarlas, que la vida es mejor porque estamos vivos, que no importa de dónde venimos sino hacia dónde vamos. Eso dicen los libros de autoayuda. Que saben ellos si nunca han bebido con dos chicas a la vez sobre una cama, nunca han oído las confesiones de una mujer ebria después de las dos de la mañana.
Extraño mis fantasías, las noches de lujuria donde la decencia esperaba detrás de la puerta. Extraño mi vida anterior… alguien sabe donde la deje?
2 comentarios:
Y que conste que me gustan las copas como al que más, y si salgo siempre cae más de una.... pero tampoco vivo de ellas ni por ellas.
No las extraño.
Un abrazo.
Je...seguro que las dejaste donde extraviaste el corazòn.
Un abrazo Renè
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