
Me gustaría darte un abrazo, aunque sea uno pequeño, saber que fuiste real, que nadie te invento para mí. Hoy escribo porque el mundo se cae a pedazos, porque no quedaran ni las cucarachas para contar esta historia. No olvides llevar flores y cuando caiga la tarde… te detengas a leer mi epitafio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario