Hace cinco minutos la tuve entre mis brazos, jurando promesas que pensaba cumplir, ofreciendo mis manos, mi piel y mis besos, envueltos entre fuegos que derivan de mis ganas de vivir, las sabanas gastadas son testigos, junto a ese pequeño velador, donde dejamos un cigarrillo, dos copas de vino, tres preservativos y su ropa interior.
Hace cinco minutos le dije que la amaba, como suelen decir los amantes en sus clímax de pasión, le regale mi anillo de fantasía, mi número telefónico y un verso trillado, que se dicen dos cuerpos desnudos que buscan el amor. Me miró despacio como queriendo llorar, suspiro muy hondo sobre la almohada caliente, apretó mi mano entre sus dedos fríos y al guardar silencio fui yo el que lloró.
Hace cinco minutos le dije que la amaba, como suelen decir los amantes en sus clímax de pasión, le regale mi anillo de fantasía, mi número telefónico y un verso trillado, que se dicen dos cuerpos desnudos que buscan el amor. Me miró despacio como queriendo llorar, suspiro muy hondo sobre la almohada caliente, apretó mi mano entre sus dedos fríos y al guardar silencio fui yo el que lloró.
Hace cinco minutos estaba dentro de ella, gimiendo palabras que nunca entendió, deje mi alma a sus pies como ofrenda, pero al salir de la cama mirando al vació, guardo su misericordia y frente a mi lo pisó. Le dije que se quedara para siempre, que yo seré el amante que siempre deseó, ella soltó una sonrisa diciendo: “no soy el vicio de nadie”, se vistió muy rápido y al cruzar esa puerta… me rompió el corazón.
4 comentarios:
wow poeta me encanta, me encanta, me encantaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!! en relidad me gusta mas yo no soy la droga de nadie.... jje besitos my poett
Largos 5 minutos muy bien aprovechados...jejeje.
El deseo que se desborda ante las lágrimas de un hombre y por si fuera poco, poeta.
Un abrazo
Tere
Esta fue dedicada con mucho cariño para aquella mujer con dos corazones.
Un beso, gracias por leerme.
Roto... pero desde el corazón.
Me encanta!!!!
Besos.
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