Ella vaga por el viento oscuro, el frío de la noche le dice que no quedan mas relojes, la luna hace su aparición para quedarse dormida entre nubes, la niebla absorbente de la lejanía atrae la oscuras intenciones que lleva en el alma. Es medianoche y los lobos aúllan al otro lado del campo, sus manos están congeladas pero siguen desgarrando el suelo a su paso, sus labios dejan caer gotas de furia y voracidad, su cabello se mezcla con los rayos nocturnos y la vida es un suspiro que se desvanece en sus ojos. El se pierde en los laberintos del miedo, se deja caer en los mantos eternos de los sueños, cierra los ojos, sin mirar al cielo, respira hondo, empuña su piel como un arma de defensa, lanza gemidos de desvaríos, éxtasis y dolor.
La noche muestra toda su magnitud, ella lo hace su amante, su esclavo, su escondite perfecto, él esta temeroso, se lamenta de frío... pero se deja llevar. A la mañana siguiente, ella huye con los rayos del sol, deja un rastro de cenizas que nadie mas vío, él despierta con las huellas tatuadas en su cuerpo, los restos de plenilunio entre sus dedos y se dice a si mismo... solo fue un sueño.
2 comentarios:
El estado onírico que se apodera del consciente. Gran diversidad de metáforas que le dan un realce único a esta prosa poético René. ¡te felicito!
Saludos
Avellaneda
HOLA MI POETA!!!!
ME HAS DEJADO FASCINADA, ME ENCANTO ... ES PERFECTO .ENTRE NOS LO UNICO K LAMENTO ES QUE SEA UN SUEÑO... ADORO COMO ESCRIBES .. ESO YA LO SABES... BUENO TE VOY DEJANDO ... UN BESIS POETA Y GRACIAS POR PENSAR EN TU VAMPIRITA!!!
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