Hubo una vez una estrella que se canso de iluminar en el cielo, se canso de estar estática como todas las demás estrellas a su alrededor, sabia que su destino era muy diferentes al de las otras. Así que un día le pidió a dios convertirse en humano y bajar a la tierra. Dios no suele conceder siempre los deseos pero ante la insistencia desmedida, accedió a su pedido, sin advertirle lo que podria pasar.
Al llegar a nuestro planeta, el mundo lo cobijo y lo abrigo por un tiempo, pero cuando supieron que aquel chico era en realidad una estrella del cielo, fueron muy distintos con él, le empezaron a pedir milagros, luego de saber su procedencia, le dijeron que haga piruetas para que alegrara a sus hijos o que arregle el mundo que estaba tan destruido. Lo curioso es que aquel chico solo deseaba ser alguien normal, deseaba crecer como crecen los niños de su vecindario, pero nunca lo dejaron. Entonces quiso hacer algunos milagros, invento piruetas que alegraron a millones de hijos menos a él mismo, también quiso arreglar el mundo haciéndonos saber que “el mundo somos todos nosotros” (we are the world).
Se ha dicho de él que tuvo el mundo a sus pies, que camino sobre la luna muchas veces, que con una sola mano hacia brillar el cielo, que un solo movimiento suyo hacia vibrar los corazones. Se dice también que nunca fue feliz, yo quiero pensar que no fue así, que todos los seres humanos sea cual sea nuestra condición, merecemos ser felices aunque sea por cinco minutos. Sobre todo él, que no sabía a que mundo llegaba, tuvo que aprender en el camino, muchas veces solo y sin un libro donde consultar. No somos perfectos, todos tenemos un demonio guardado en el closet, listo para ser descubierto.
Una tarde de agosto, sin que nadie supiera, él se marcho para siempre. Dejo historias inconclusas, canciones memorables, leyendas urbanas. Después los diarios del mundo entero anunciaron su muerte, diciendo que no existirá nunca más alguien como él. Yo sentado aquí cerca de mi ventana, escribiendo estas líneas, recordando de las tantas veces que no lo dejaron vivir en paz, mucha gente creia que por llegar de una estrella tenia que alegrarnos la existencia… Yo aun me sigo preguntando si en algún momento él fue feliz.
Al llegar a nuestro planeta, el mundo lo cobijo y lo abrigo por un tiempo, pero cuando supieron que aquel chico era en realidad una estrella del cielo, fueron muy distintos con él, le empezaron a pedir milagros, luego de saber su procedencia, le dijeron que haga piruetas para que alegrara a sus hijos o que arregle el mundo que estaba tan destruido. Lo curioso es que aquel chico solo deseaba ser alguien normal, deseaba crecer como crecen los niños de su vecindario, pero nunca lo dejaron. Entonces quiso hacer algunos milagros, invento piruetas que alegraron a millones de hijos menos a él mismo, también quiso arreglar el mundo haciéndonos saber que “el mundo somos todos nosotros” (we are the world).
Se ha dicho de él que tuvo el mundo a sus pies, que camino sobre la luna muchas veces, que con una sola mano hacia brillar el cielo, que un solo movimiento suyo hacia vibrar los corazones. Se dice también que nunca fue feliz, yo quiero pensar que no fue así, que todos los seres humanos sea cual sea nuestra condición, merecemos ser felices aunque sea por cinco minutos. Sobre todo él, que no sabía a que mundo llegaba, tuvo que aprender en el camino, muchas veces solo y sin un libro donde consultar. No somos perfectos, todos tenemos un demonio guardado en el closet, listo para ser descubierto.
Una tarde de agosto, sin que nadie supiera, él se marcho para siempre. Dejo historias inconclusas, canciones memorables, leyendas urbanas. Después los diarios del mundo entero anunciaron su muerte, diciendo que no existirá nunca más alguien como él. Yo sentado aquí cerca de mi ventana, escribiendo estas líneas, recordando de las tantas veces que no lo dejaron vivir en paz, mucha gente creia que por llegar de una estrella tenia que alegrarnos la existencia… Yo aun me sigo preguntando si en algún momento él fue feliz.
1 comentario:
Tod@s guardamos un pedacito de nuestra memoria para esta pequeña estrella que intentó mejorar el mundo.
Sólo es una opinión particular (y personal) pero creo que no supo encontrar el camino que le hubiera llevado a la "felicidad". No pongo en duda que en algún momento de su vida fuera feliz (todos, en mayor o menor medida, lo hemos sido), pero creo que la vida que, tal vez, podría haber completado los objetivos de algunas personas, no hizo feliz a la estrella del corazón triste.
Magnífica entrada...
Besos.
Publicar un comentario