Había una vez un chico que le gustaba hacer poesía, pero sus poesías no eran muy buenas, sus líneas casi nunca rimaban y le costaba encontrar las palabras precisas para explicar sus sentimientos. Siempre quiso escribir para una chica que tanto amo, pero nunca se animo a mostrarle sus escritos, ella se fue de su vida sin enterarse que aquel chico deseaba ser poeta solo para quitarle sonrisas, que deseaba encontrar frases exactas que puedan abrir el corazón de su musa.
Han pasado muchas lunas, ella hizo su vida entre cosas reales, compromisos para toda la vida, promesas cumplidas. Él en cambio siempre vivió entre sueños, deseando que alguna voz lo llame en susurros para contarle que ya encontró el amor. Han pasado muchas lunas, aquel chico nunca llego a ser poeta ni escritor, pero cada noche se da espacios para soñar, para escribir sobre sus memorias que no son pocas… sus doscientas manera de decir: “todavia te quiero”.
Han pasado muchas lunas, ella hizo su vida entre cosas reales, compromisos para toda la vida, promesas cumplidas. Él en cambio siempre vivió entre sueños, deseando que alguna voz lo llame en susurros para contarle que ya encontró el amor. Han pasado muchas lunas, aquel chico nunca llego a ser poeta ni escritor, pero cada noche se da espacios para soñar, para escribir sobre sus memorias que no son pocas… sus doscientas manera de decir: “todavia te quiero”.
2 comentarios:
Asì es René...siempre serà todavía. ¿a poco creìas que el olvido llega con las lunas que pasan? je...cuesta olvidar, mi querido amigo, cuesta...lo sé.
Otro abrazo
Tere
Han pasado muchas lunas, aquel chico nunca llego a ser poeta ni escritor, pero cada noche se da espacios para soñar, para escribir sobre sus memorias que no son pocas… sus doscientas manera de decir: “todavia te quiero”.
TAL VEZ, LA VIDA, ES ESO, SONAR..
Publicar un comentario